El respeto que los docentes queremos y merecemos | A propósito del articulo 16 de la LUC
- Prof. Andrés Freire
- 20 jul 2020
- 4 Min. de lectura

El pueblo rechazó el decreto de esencialidad de la educación del gobierno en 2015
Con la LUC vienen muchas novedades que afectan a la educación, y algunos tal el carácter represivo de la norma (y esto último no implica una valoración al respecto que haremos en otro momento), no están en el capítulo de educación.
Así el artículo 16 de dicha norma establece: Agregase al Código Penal el siguiente artículo: "ARTÍCULO 149 QUATER. (Agresión a trabajadores de la educación, la salud y el transporte y a los bienes afectados a esos servicios).- El que dentro de un establecimiento educativo público o privado, o en sus inmediaciones, hostigare, insultare, atacare física o verbalmente, maltratare o menospreciare a un trabajador de la educación, será castigado con multa de hasta 80 UR (ochenta - 10 - unidades reajustables) o prisión equivalente, imponiéndosele en el proceso una o más de las medidas sustitutivas de la prisión preventiva previstas en el artículo 3º de la Ley Nº 17.726, de 26 de diciembre de 2003.. El que arroje piedras u otros objetos capaces de causar daño contra establecimientos educativos públicos o privados, ambulancias u otros vehículos afectados al transporte de trabajadores de la salud, o vehículos del transporte público de pasajeros, será castigado con multa de hasta 80 UR (ochenta unidades reajustables) o prisión equivalente, imponiéndosele en el proceso una o más medidas sustitutivas de la prisión preventiva previstas en el artículo 3º de la Ley Nº 17.726, de 26 de diciembre de 2003".

Foto: Ades Montevideo
La intención del legislador, que agradecemos, es proteger la persona física y la dignidad de los trabajadores de la educación, la salud y el transporte, es así que quienes insulten a un docente deberá pagar o una multa en efectivo o algunos días de cárcel, lo mismo con quien por ejemplo rompe vidrios. La pregunta es si ese es el respeto que queremos y o merecemos.

Movilización conjunta de Ademu Montevideo y el Sindicato Médico contra las agresiones
Permítasenos una breve digresión antes de entrar en materia: la ley dice quien menospreciare: ¿eso se aplicará a quien afirme que los docentes son unos atorrantes que solo piensan en hacer paro y dejan sin clases a los más humildes e incluso sin comida a los niños? ¿Tendrán que tener más cuidado alguna autoridad cuando hable en un establecimiento educativo? Porque es verdad que los docentes hemos sufrido ataques físicos y verbales sobre todo de sectores lumpenizados, y aquí rescatamos ex profeso una característica sociológica propia del marxismo, para disgusto de la “izquierda” posmoderna.

Movilización de Ademu Montevideo contra la violencia a los maestros en las escuelas
Pero también es verdad que hemos sufrido violencia material y simbólica desde otros actores. Situación que, por ahora está en suspenso, ya que en honor a la verdad desde las máximas autoridades solo hemos recibido elogios por nuestra actuación en la pandemia, pero que veremos si se mantiene cuando comience la discusión presupuestal, la pantomima habitual de negociación colectiva, y el avance reformista a gusto de Eduy21 que viene a destruir y precarizar las condiciones de trabajo docente.

Presentación de "el libro abierto" de Eduy21 en el Parlamento.
Vivimos en una sociedad capitalista, subdesarrollada, dependiente, colonizada ideológicamente, pero capitalista al fin, en la misma el dinero actúa como una fuerza mucho más que material, el dinero representa el valor, la apreciación social, el respeto, el aprecio.
Según el propio informe OCDE de educación, y teniendo presente la relación PBI, renta per cápita, salario docente comparado con otras profesiones, los docentes ganamos entre 30 a 150% menos de lo que correspondería, obsérvese la fuente que citamos. Por ahí viene parte del respeto que merecemos.

Foto: adesmontevideo.uy
A su vez, normalmente, trabajamos con muchos más alumnos que la media OCDE entre 22 y 15 alumnos según el nivel, de hecho, los liceos y escuelas técnicas, limpios, ordenados, sin el ruido infernal de los pasillos por diferentes causas, son posibles hoy en día por la pandemia. ¿Alguien se puso a pensar qué maravillosa sería nuestra educación teniendo siempre grupos de máximo 20 alumnos?
Con el articulo 16 de la LUC el legislador intenta poner freno a agresiones que los docentes recibimos cotidianamente, sin embargo: ¿Qué pasa con el otro tipo de agresiones que recibimos? ¿Con la negación de nuestra profesionalidad cuando se nos dice qué juicio poner, con los salarios que siguen siendo bajos comparados con otras profesiones con similares años de estudio y muy bajos incluso en los grados superiores si nos atenemos a la media OCDE?

Movilización de maestros en las escalinatas del Parlamento Nacional
¿Qué pasó con el respeto que debe emanar desde las autoridades? Estas podrán o no estar de acuerdo con lo que un gremio u otro haga, pero de ahí a afirmar cosas como que se deja a los niños sin comer por hacer paro, o que se toma a los niños de rehenes, es una forma de menosprecio terrible, que expone al docente a la vindicta pública. Hay formas de plantear las cosas.
Como siempre entonces el hilo se corta por lo más delgado y la lana de verdad, gruesa, nunca se termina de cortar.
Los docentes, merecemos respeto, pero este en primer lugar pasa por el salario y nuestra condición profesional, y eso salvo la tímida primavera reformista del primer gobierno progresista, brilla por su ausencia, veremos ahora que pasará.
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