top of page

Con hambre no se puede pensar y tampoco con políticas miserables

  • Foto del escritor: La Juventud Diario
    La Juventud Diario
  • 18 jul 2020
  • 4 Min. de lectura

Alimentación escolar y pérdida de salario real

Mientras los dos grandes bloques del nuevo bipartidismo, multicolores y progresistas, se disputan por quién tiene los mayores méritos para administrar este modelo de privatizaciones y endeudamiento, privilegiando al sistema financiero y el gran capital en desmedro de las políticas públicas y las condiciones materiales de vida de los trabajadores y sectores populares, nuestros gurises siguen dependiendo de una copa de leche o una bandeja que les proporcione la escuela para llevar algo a la boca todos los días.

Discutir más, gastar menos

Una semana atrás se conoció una disposición de las autoridades del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) a partir de la cual se habilita una partida de $2,5 por niño por día para suministrar saborizantes para la copa de leche del desayuno o la merienda, que comienza a brindarse en las escuelas públicas sin acompañamiento, y el control de quiénes recibirán el beneficio.

El recorte en el gasto, que antes llegaba hasta $36 diarios por alumno, fue duramente criticado por amplios sectores de la opinión pública, máxime al referirse a la alimentación de nuestros niños.

El ex Consejero del Ceip, maestro Héctor Florit, criticó en Twitter las expresiones del ministro de Educación y Cultura Pablo Da Silveira en Comisión del Senado, de que se malgaste 1 millón de dólares por semana: “Se biengasta U$S 1.300.000 en 36.841 almuerzos tercerizados (2,50 p/día) y 170.927 tradicionales (0,60 p/día), 94.000 meriendas, internados y campamentos”.

Da Silveira dijo en declaraciones a la prensa que la cifra de 1 ó 1,5 millones de dólares semanales (según la cotización del dólar) es mucho dinero, y reafirmó que es pertinente gastarlo solo si tiene buen destino.

El presidente del CODICEN, Robert Silva, desmintió que se haya dispuesto recortar el gasto en alimentación escolar, y por el contrario celebró que en tiempos de pandemia se han incrementado los rubros con ese destino. Desde su cuenta de Twitter explicó que desde la declaración de emergencia sanitaria que conllevó al cierre de las escuelas y sus comedores, se comenzó a brindar un servicio de viandas a todas las familias que lo solicitaron, y que esa cantidad sigue en aumento. Además destacó que en semana de turismo y ahora en las vacaciones de invierno que comienzan el lunes, los niños seguirán recibiendo partidas a través de tickets o prestaciones del BPS, en una medida inédita.

La polémica continuó esta semana cuando los padres y madres recibieron comunicaciones de las escuelas preguntando si pretendían que sus hijos comenzaran a recibir una copa de leche saborizada “sin acompañamiento”, lo que usualmente significaba un pan con queso o dulce, una fruta o hasta tortas caseras, elaboradas en los comedores escolares.

También se adujo que compartir el desayuno o la merienda es un elemento educativo, socializante e igualador.

El titular del CODICEN fundamentó que no se trata de un recorte sino todo lo contrario; insistió que los servicios que se brindaban a través de los comedores escolares fueron sustituidos en tiempos de pandemia por las prestaciones familiares antes mencionadas y que la copa de leche (que siempre se consultó a comienzos de año quién pretendía recibirla) pasa a ser algo que se agrega a ello, en lo que catalogó como un paso en el proceso de superación de la emergencia sanitaria que obtendrá su complemento de pan con algo cuando las disposiciones gubernamentales permitan la reapertura de los comedores conjuntamente con la caída de las prestaciones excepcionales que los sustituían.

Consultados por La Juventud tres maestros (de Montevideo, Canelones y San José) confirmaron los datos brindados por las autoridades, pero advirtieron que su aplicación trae diversas dificultades: desde que hay escuelas que no tienen quién prepare la leche recayendo en los propios docentes hasta que al brindarse leche y no acompañamiento en el ámbito socializador escolar hay quienes pueden llevar sus propios complementos sólidos desde las casas condenando a mirarlos a quienes no pueden, con el agravante que los protocolos ni siquiera permiten compartir.

Política de Estado

La Comisión de Educación de la Cámara de Senadores recibió esta semana por 4 horas al ministro Pablo Da Silveira. Una de sus integrantes, Carolina Cosse, brindó declaraciones al respecto:

“Primero hay que poner los orígenes de esto. La Comisión de Educación del Senado definió convocar al ministro porque había diferentes versiones de prensa que de alguna manera dejaban entre ver que se le iba a dar solo de comer a quienes lo necesitaban. Frente a eso nosotros entendimos que el ministro tuviera la oportunidad de venir a aclarar si era eso lo que había dicho.

Yo tengo la gran alegría de que hubo unanimidad: el ministro fue claro, también las autoridades de Primaria y por supuesto todos los diputados y senadores que estábamos ahí en mantener una política de Estado, esto viene desde 1920, que sea irrestricto el acceso a la alimentación en la educación pública, en Primaria en particular”.

Un poco más allá

Los elementos que no aparecen en la polémica es que en la misma línea de la política de los últimos 15 años, ahora en tiempos de emergencia y crisis mientras el gobierno abre la canilla a los seguros de paro, al endeudamiento con los organismos internacionales de crédito y los subsidios al capital; se apela a discutir de un lado y otro los pesos que destinan a la alimentación de nuestros niños, y no a las leoninas exenciones tributarias a las multinacionales, y los obscenos beneficios a las intocadas zonas francas, las actividades bancarias y las AFAP.

Es claro que más allá de si las medidas significan en términos económicos una reducción del gasto en alimentación o no, subyace la idea de comunicar legítimamente recortes en áreas que una vez más golpean a los sectores populares.

Pero tampoco se discute que con gobiernos que aumentaron el gasto social conjuntamente con el endeudamiento y el déficit de las cuentas públicas sin realizar cambios estructurales o los dispuestos a recortarlo, la industria nacional se sigue desmantelando, perdiendo fuentes de empleo, pauperizando el salario y las condiciones de trabajo; y la única solución que se aporta, legitimada por los dirigentes del movimiento sindical, es la falsa contradicción entre aumento de salario y preservación del empleo, condenando a cada vez más familias trabajadoras y cada vez más desocupadas a quedar a merced de una copa de leche para alimentar a sus hijos.


Comments


Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
Noticias destacadas
Noticias recientes
bottom of page