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Ante la crisis sanitaria

  • J26 (La Chispa)
  • 27 jun 2020
  • 2 Min. de lectura

Con la llegada del nuevo gobierno y su Ley de Urgente Consideración también llegó la pandemia de la enfermedad COVID 19. Esta pandemia global sacó a luz varias falencias del sistema capitalista pero se sumó y combinó a algo que ya se venía gestando desde antes; una crisis económica-social. Por eso la Unidad Popular de la que es integrante el 26 de Marzo propone dos conjuntos de medidas en orden de ablandar las dificultades de esta crisis que… ¿cuándo no?… afecta a la clase trabajadora.

El primer conjunto de medidas se enfoca en lo inmediato y se propone: el congelamiento de precios de la canasta familiar, fijación con precios subsidiados de los productos sanitarios y el desarrollo de su producción estatal, la rebaja de las tarifas públicas y del IVA, la prohibición de los despidos a trabajadores, subvenciones a micro, pequeñas y medianas empresas, y la suspensión de los gastos de obras para UPM2.

El segundo es un conjunto de medidas económicas para la recuperación y generación de recursos al servicio del pueblo, estas son las medidas que la Unidad Popular propone desde hace tiempo. Algunas de ellas son: la suspensión del pago de la deuda externa, aplicación de impuestos a zonas francas, utilización de reservas internacionales, la eliminación de exoneraciones y aumento de impuestos a grandes propietarios, reinstalar el IMABA, eliminación de subsidios a casinos privados, eliminación de AFAP.

Muchas de estas propuestas reflejan algo más que los conjuntos de medidas que pueden tener los demás partidos políticos en el Uruguay, una idea de independencia económica, de que la riqueza nacional, ya sea la riqueza creada a partir del trabajo o la riqueza natural de este país se quede y ayude a su desarrollo, no por el contrario, como ocurre en la actualidad y como ocurre desde hace tiempo, donde empresas privadas extranjeras que actúan en la industria primaria extractivista no solo se llevan el factor trabajo sino que se llevan la riqueza natural y contaminan todas las tierras y ríos aledaños sin enfocarse ni en el futuro ni en el presente de los afectados, solamente en la ganancia máxima posible como es el caso de la empresa de origen finlandés UPM. Estas empresas privadas condenan al país a exportar únicamente materia prima, negando la posibilidad de desarrollar una industria manufacturera que agregue más trabajo y haga posible la industrialización y la salida del subdesarrollo de un país, manteniéndolo subyugado.

Por eso oponerse al modelo productivo actual es buscar ser cada vez más libres e independientes; una nación con una soberanía alimentaria es capaz de alimentar a todos sus ciudadanos, buscar la soberanía económica es buscar la libertad de no depender de empresas o países extranjeros para satisfacer las necesidades de todos los ciudadanos. Y esto es algo por lo que vale la pena luchar, para cambiar de modelo económico; porque es lo que decide cuál clase se enriquece, quién come, quién tiene trabajo, quién estudia, etc. define que tan libre es una nación.


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