Al paro general de 24H, a la movilización y al caceroleo
- Ricardo Cohen
- 30 may 2020
- 7 Min. de lectura
Para que la crisis no la pague la clase obrera y el pueblo y abrir una perspectiva revolucionaria

Los 200.000 trabajadores en el seguro de paro, multiplicando por 5 o más las que se venían dando, la desocupación total que ya era del 10,5%, 191.000 trabajadores en febrero (según cifras oficiales del INE) y se maneja que lleguen al 16% en unos meses, los 400.000 trabajadores “informales” sin cobertura social, reflejan crudamente la gravedad y profundidad de la crisis económica y social en curso en nuestro país.
Crisis que se venía manifestando desde hace algunos años, con estancamiento y recesión de ramas fundamentales, y es parte de la crisis económica y financiera internacional, considerada histórica por los propios organismos internacionales del sistema imperialista-capitalista, por su profundidad y sus graves efectos sobre la producción y el empleo, y que ha sido potenciada por la pandemia del Coronavirus.
En los propios EE.UU casi 40.000.000 trabajadores solicitaron el seguro de desempleo durante esta crisis y la cifra crece cada día, algo parecido pasa también en los demás países imperialistas.
En nuestro país, de los trabajadores en seguro de paro y que tienen que vivir con alrededor del 50% de los ya bajos salarios que predominan, que están por debajo de los $25.000 con una canasta familiar de $92.000, ya hay una parte que fueron despedidos, pero para los demás, entre los que se incluyen los seguros de paro parciales, es muy difícil su vuelta al trabajo por la incertidumbre que genera esta crisis de consecuencias impredecibles, y seguramentelos que retornen verán afectados los salarios y las condiciones de trabajo, de no darse una lucha unificada, decidida y a tiempo.
Esto está agravado por la política reaccionaria y antiobrera del gobierno de coalición de la derecha tradicional y la ultraderecha, que es de los gobiernos que ha invertido menos en la cobertura social de la crisis sanitaria, que está utilizando recursos que no saca de impuestos al gran capital sino que profundiza el ajuste contra los trabajadores, con el tarifazo, el aumento del IVA tarjeta, y con la rebaja salarial por el salto inflacionario, que anualizado es de alrededor del 11%, pero que en los alimentos es del 20 al 30%. Esto a la vez que endeuda nuevamente al país, deuda que terminarán pagando mayoritariamente los propios trabajadores a través del IVA, el IRPF, etc., como ha venido sucediendo con los sucesivos gobiernos, incluidos los 3 del FA.
El gobierno encabezado por Lacalle Pou, a pesar de que hace una campaña contra quienes plantearon una cuarentena general, como el SMU, tomó en marzo fuertes medidas en el sentido de restringir en forma muy importante la actividad económica y social, lo que permitió mantener bajos los niveles de contagios y ganar tiempo para preparar al sistema sanitario (habrá que ver esto cuando se lo ponga a prueba en forma más exigente). Pero como en todo el mundo la presión de los monopolios imperialistas, como UPM en nuestro país, y su negativa a una mayor cobertura social que permitiera mantener dichas medidas, lo llevó a apresurar el retorno de la actividad en la construcción y de alguna forma en las escuelas rurales que liberan mano de obra en el campo (“mover las perillas”).
La LUC y la Reglamentación Sindical
En medio de esta situación el gobierno presentó la LUC (Ley de Urgente Consideración) con 502 artículos (finalmente quedaron algunos menos), con alrededor de 100 punitivos y represivos, que incluyen el “gatillo fácil” y la limitación del derecho de huelga. Los otros artículos plantean reformas reaccionarias en la educación, tenencia de la tierra, etc. (retiraron a último momento las privatizaciones en ANCAP y ANTEL que impulsarán por otras leyes).
Este proyecto de Ley es un paso reaccionario y antidemocrático muy grave, hacia el Estado Policial y hacia el fascismo, y demuestra hasta donde ha llegado la lucha de clases en nuestro país, donde las clases dominantes ya no pueden gobernar como antes, ya no pueden llevar adelante sus planes de mayor explotación de los trabajadores, el pueblo y los recursos naturales, sin limitar legalmente las huelgas, las ocupaciones y los piquetes.
A esto se le suma el proyecto de Ley de Reglamentación Sindical del excomandante Manini Ríos, (que sigue defendiendo a los criminales de la dictadura y demagógicamente se reivindica artiguista), la Ley de Medios, y como plantean en la LUC, en breve vendrá una Reforma reaccionaria de la Seguridad Social.
Crece la solidaridad y la movilización obrera y popular
Ante la pandemia y la crisis, el pueblo uruguayo al igual que en la Argentina, Paraguay, Chile y otros países del continente, generó inmediatamente la solidaridad con un reguero de ollas populares, las que se siguen manteniendo en medio de las dificultades.
Permanentemente se sucedieron movilizaciones a la Torre Ejecutiva, de sindicatos como el SUATT (taxi) y distintos sectores sociales, feriantes, cuentapropistas, pequeños comerciantes, reclamando cobertura social ante la detención de las actividades, el FOICA (frigoríficos) realizó un paro de 8 días, estuvo también el caceroleo impulsado por el Pit-Cnt y la Intersocial, que permitió hacer sentir fuertemente el repudio popular al tarifazo.
Este mes de mayo, la movilización fue más importante, comenzó con un 1° de Mayo, que no tuvo acto central pero sí una gran participación de los trabajadores en las caravanas de vehículos que recorrieron varias barriadas en Montevideo y ciudades del Interior, en la marcha de la Columna Cerro-La Teja y en el trabajo fuerte en muchas ollas ese día.
El 5 de Mayo se produce la ocupación de la curtiembre París, en Nuevo París, ante el despido de 118 obreros/as.
El 14 de mayo convocado por Colectivos, el sindicato de ADES Montevideo y el SUATT, con el apoyo de la CSC, la Corriente Estudiantes del Pueblo y otras organizaciones se realizó frente al Palacio Legislativo una concentración de alrededor de 3.000 personas, mayoritariamente jóvenes, y donde se leyó una proclama muy justa. La juventud salió a la calle expresando en su cartelería su oposición a la LUC pero también la problemática que se vive hoy en los hogares de los trabajadores por la desocupación, la falta de vivienda, también la lucha feminista y la medioambiental.
El 20 de Mayo, la 25ª Marcha del Silencio, que tradicionalmente convoca Madres y Familiaresde Detenidos Desaparecidos y que moviliza unas 100.000 personas año tras año, esta vez se desarrolló en forma virtual, pero con un despliegue impresionante de la creatividad popular, en todo el país y también en el exterior. Los muros con las caras de nuestros compañeros desaparecidos, las banderas y pancartas en las casas, las margaritas incompletas, y todas las expresiones artísticas demostraron que está vigente la lucha por Verdad y Justicia, y por Juicio y Castigo, y que la querida y ejemplar compañera Luisa Cuesta, que el 26/5 cumpliría sus 100 años, sigue presente como símbolo de esa lucha.
Hubo paros parciales y movilizaciones del SUNCA (construcción) en todo el país, por salarios y condiciones de trabajo, de SUTEL (telefónica estatal) contra la privatización planteada en la LUC, de los cañeros de Bella Unión por trabajo, y el 28/5 se movilizan el SUATT, con bocinazo por salarios y el SUTIGA (tercerizados) contra la precarización y el desmantelamiento del MIDES (Min. Seguridad Social).
La lucha por la vivienda popular
La crisis económica y social viene exponiendo la grave situación de amplios sectores de trabajadores, que no pueden pagar alquiler y decidieron organizarse y ocupar tierras, esto tiene su mayor expresión en el barrio Santa Catalina del Cerro, donde 700 familias levantaron sus viviendas precarias y resisten los embates represivos y judiciales. En esa resistencia es muy importante la solidaridad que se brinda por parte de la militancia clasista, se está construyendo un merendero y contribuyendo a la olla popular.
20 familias con muchos niños fueron desalojadas infamemente por la policía en Malvín Norte, donde habían construido ya viviendas de madera y chapa. Este desalojo se hizo a pedido de la Intendencia Municipal de Montevideo (del FA), que prefirió dejarlos en la calle, cuando ya comienzan los fríos, en vez de llevarles materiales de construcción, abrigos y alimentos.
Al Paro General de 24 hs, a la movilización y al caceroleo
Ante esta situación donde se agrava las condiciones de la explotación de este sistema capitalista-imperialista, inhumano y se generalizan la desocupación y la miseria de vastos sectores de la clase obrera y del pueblo, el oportunismo tanto a nivel político desde la dirección del Frente Amplio, como desde la mayoría de la dirección del Pit-Cnt, marcan perfil, pero frenan y dividen y desvían las luchas. Plantean algunas diferencias con el gobierno para embaucar a las masas y se muestran como una “oposición responsable”, que plantea el “diálogo nacional”, avalando en los hechos la profundización del ajuste antipopular y la mayor entrega del país al imperialismo. En lo esencial ayudan a que pase la crisis económica y sanitaria sin una crisis política, y grandes luchas obreras y populares que puedan abrir una perspectiva revolucionaria, se ilusionan con llegar tranquilamente a las elecciones del 2024.
A pesar de ello y las dificultades por la pandemia, como resumimos antes, la lucha obrera y popular se viene abriendo camino y en la propia Mesa Representativa del Pit-Cnt, van ganado fuerza los sectores clasistas y la discusión de medidas de lucha como el tardío paro parcial aprobado para el 4 de Junio, cuando esté por finalizar ya la votación de la LUC en el senado y esté todo cocinado, y la posibilidad de un Paro General de 24hs., que viene planteando nuestra CSC, Corriente Sindical Clasista, paro que como siempre la mayoría oportunista de la dirección (PCU revisionista y articulación-socialdemócratas) posponen lo más posible para darle tiempoal gobierno a resolver sus contradicciones.
El Paro general que unifique las luchas dispersas siempre es importante, pero ahora es imprescindible contar con los sindicatos más fuertes y que pesan más en la economía, (bancarios, frigoríficos, puerto, empresas públicas, construcción, transporte) para enfrentar con la mayor fuerza posible al gobierno y las clases dominantes, su negativa a asegurar el mantenimiento de las fuentes de trabajo y los salarios ajustados por inflación, la LUC y la Reglamentación Sindical, en un momento de dispersión y debilidad de muchos sindicatos, por las condiciones actuales.
Al calor de las luchas obreras y populares forjar las herramientas revolucionarias, las agrupaciones clasistas y combativas en las organizaciones sindicales y sociales, en el movimiento feminista y en el estudiantil; la Unidad Popular como herramienta político-electoral y un fuerte Partido Comunista Revolucionario.
¡ARRIBA LOS QUE LUCHAN!
Ricardo Cohen
(Editorial La Verdad 142)
Commentaires