Memoria, juicio, castigo….y repudio
- hva
- 19 may 2020
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El 17 de mayo del 2006, moría en el Hospital Maciel adonde había sido internada por un deterioro severo de su salud. Al otro día, un muy fría mañana que incluyó una copiosa lluvia un grupo de compañeros , parte de la familia y vecinos, participaron en el entierro que se hizo en una tumba del cementerio del barrio en el que nació , trabajó, vivió parte de su vida y murió.
María Fernández en su diminuta figura ocultaba una energía invencible, la energía que le permitió criar a su hijo sola . Su hijo Julio, uno de los detenidos desaparecidos durante las dictaduras que se instalaron en el cono sur latinoamericano.
Julio tenía 24 años, y militaba en el 26 de Marzo y en el MLN. María lo crió, trabajando en el Frigorífico Nacional, donde cosechó como muchas mujeres y hombres en la Villa del Cerro, relaciones de amistad inquebrantables con compañeros de trabajo que al mismo tiempo eran vecinos, a veces de la misma cuadra.
Supo de luchas obreras, de privaciones de todo tipo, pero siempre tuvo en Julio un razón grande para continuar.

A veces me arrepiento de haber tenido un solo hijo, nos dijo en una oportunidad mientras hablábamos en su casita de la calle Perú esquina Filipinas, previo a uno de sus idas a Santiago de Chile para continuar las búsqueda de su hijo , militante revolucionario, detenido y desaparecido en Tejas Verdes.
Prácticamente iba todos los años, luego del retorno del exilio que vivió en Cuba, junto con otros militantes del Movimiento 26 de Marzo.
Hoy, su imagen resalta en una de las paredes del local partidario que lleva su nombre en Camino Cibils casi Carlos María Ramírez muy cerca donde vivieron con su hijo.
En parte ,su aflicción por no saber del destino de su adorado Julio , la atemperaba cuando hablaba de su nieta Sol y su bisnieta.
Así tenía primorosamente acondicionadas en su modesta vivienda, las fotografías familiares.
En Chile también ganó amistades y afectos sinceros, entre familiares de detenidos desaparecidos. María incluso , visitaba a algunos presos políticos en las cárceles chilenas. Apreciaba en gran forma Cristian Cruz, Abogado Defensor que trabajó en el caso de Julio Fernández. “El Cristian es una muy buena persona”, afirmaba.
María murió el 17 de mayo del 2006. Había nacido el 16 de diciembre de 1925.
En las horas previas a otro 20 de mayo, donde miles exigimos el fin de la impunidad para los asesinos , María y Julio están presentes. Memoria, juicio, castigo …. y repudio. Repudio a quienes pudiendo, no derogaron la ominosa ley de caducidad.
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