¿Quién protege a las áreas protegidas?
- Ing. Agr. Jorge Azziz
- 26 abr 2020
- 7 Min. de lectura
“La competencia y la sed de ganancia sin límites del sistema capitalista están destrozando el planeta. Para el capitalismo no somos seres humanos sino consumidores. Para el capitalismo no existe la madre tierra sino las materias primas. El capitalismo es la fuente de las asimetrías y desequilibrios en el mundo. Genera lujo, ostentación y derroche para unos pocos mientras millones mueren de hambre en el mundo. En manos del capitalismo todo se convierte en mercancía: el agua, la tierra, el genoma humano, las culturas ancestrales, la justicia, la ética, la muerte… la vida misma”.
Evo Morales diciembre 2008

El Licenciado Carlos Santos escribió un ajustado y valioso libro titulado «¿Qué protegen las áreas protegidas?» Nosotros parafraseamos respetuosamente su título para dar cuenta del proceso de descomposición que esta ocurriendo y se profundizará seguramente de no oponerse resistencia, en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
Habrá que ir muy atrás para rastrear la concepción que sobre la naturaleza y su aprovechamiento hemos construido como civilización en toda la era moderna. Al menos la civilización que se guía por los cánones de la modernidad eurocéntrica. Pensada y expandida desde la pequeña Europa imperial.
Esta no es la única, pero es la relación dominante y nos ha llevado al borde de la destrucción colectiva como especie, a caballo del mito del progreso infinito.
Casi ninguna cosa en este mundo puede contener la lógica del incremento de la tasa de la ganancia….
Hay otras civilizaciones, otras culturas que han sostenido desde mucho antes de la era moderna relaciones de armonía con la naturaleza por tener una cosmovisión que se hace parte de ella y se consideran hijos de la tierra y hermanos de otros seres vivientes como plantas y animales. Muy lejos de nuestra cosmovisión atea urbana positivista y eurocéntrica.
Igual estos hombres y mujeres están ahí, por suerte en nuestra patria grande y son una fuente donde ir a abrevar a la hora de nuevas prácticas de armonía y sostenibilidad. Sin embargo no conducen ningún ministerio de medio ambiente, es más, muchas veces mueren como activistas del medio ambiente. Eufemismo de la prensa para llamar a quienes se oponen al proyecto de expansión capitalista. Cerca de 100 asesinatos ocurrieron en Latinoamérica por esta causa en 2019.
Vaya esta breve introducción para señalar la dimensión del asunto este de la contradicción entre producción y naturaleza.
La teoría de la dependencia de la CEPAL allá en los ‘60 explicaba que la periferia sub desarrollada sufría relaciones de dominación capitalista al verse obligada a vender materias prima a los países del centro desarrollado y comprar en estos últimos los productos manufacturados. Esa teoría muy vigente aun, no podía prever que el gran capital de la metrópolis no se iba contentar con esto, sino que decidido a incrementar su nivel de extracción de riquezas desde la periferia pasó a una nueva fase. Para esto tomó el control del proceso de producción imponiendo formas e insumos, en definitiva vendiendo tecnología y procesos de producción de bienes. Los países subordinados las aceptaron y hasta las hicieron propias en su momento, también siguiendo el mito del progreso.
Pero el tercer paso de este avance del capital en el agro que es lo que mas nos atañe, podríamos decir es post revolución verde. Es cuando los países centrales y sus empresas avanzan sobre el control de la plataforma productiva y no ya solo sobre la forma. En nuestro caso ya se sabe que desde Hernandarias para aquí, nuestra principal riqueza productiva, la que produce la mayor cantidad de renta natural es la tierra, lisa y llana. Aquí se tira una vaca y cría un ternero (si hay un toro obvio), se tira una semilla y crece un Eucaliptus y todo lo que ya se sabe sobre las características de nuestro bondadoso suelo.
A este país, el capital expoliador llega por nuestros recursos naturales, para producir insumos de mercancías de consumo en países del centro global no hay otra.
Que a los políticos y algunos cuantos dirigentes sindicales esto les agrade es otra cosa. Pero nosotros sabemos que marginación, contaminación y agresión al medioambiente vienen incluidas en el paquete, está bastante claro, donde uno quiera mirarlo.
Si bien el Frente Amplio hizo nada para que este proceso se detuviera, mas bien lo impulsó como única alternativa de generar escasos recursos para distribuir vía políticas públicas, lo que viene parece mas que peorsito.
Ah, porque aquellos progresistas tenían en muchos casos capaz buenas intenciones, pero habían estudiado los libros del desvirtuado marxismo soviético, libros que también traían el mito del progreso infinito, aunque un control distinto sobre el proceso, los daños colaterales eran los mismos podríamos decir. No supieron o no quisieron nunca reflexionar sobre las consecuencias de sus acciones. Muy ortodoxos ellos, tuvieron poca reflexión sobre la praxis, muestra contundente que no eran tan marxistas.
Pero estos que están por obra y gracia de la democracia representativa, ahora los de la multicolor, son los representantes directos del capital, los que van a levantar todas las trabas legales posibles para que su expansión se potencie. Por otra parte no tienen ningún interés en conservar ni recursos ni racionalidades ni formas de producción que no sean las acotadas por la racionalidad del aumento de la tasa de ganancia. Además no tienen empacho en traicionar sin sonrojarse a algún viejo aliado del proceso de restauración como fue USU.

Y para muestra alcanzan dos botones contenidos en la LUC, los cambios en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas y la compra de tierra por parte de las sociedades anónimas.
Empecemos por lo segundo que es más sencillo.
Este artículo viene a simplificar un proceso, porque no es para que ahora se rasguen las vestiduras algunos queridos compañeros, por la vía de la excepción ya estaba previsto que esta forma jurídica accediera a la compra de tierra y de hecho por esa vía se han quedado con el 50% del territorio nacional a 2011, hoy puede ser peor. El año que viene debería haber un censo general agropecuario que arroje cifras más actuales. Jodida inversión había que hacer para expropiar esos millones de hectáreas. Y jodido aterrizaje de dinero en este pequeño país que algunos orientales deben tener invertidos quién sabe dónde.
Algún día nuestro pueblo tal vez resuelva nacionalizar la forestación y la producción de celulosa, ahí habrá que ver de cuánto hablamos. En definitiva esta modificación blanquea y simplifica un proceso que ya ocurría, pero que se prevé pueda ocurrir con mayor énfasis.
Respecto a lo segundo, ya algunas organizaciones han echo ver su parecer frente a este nuevo segundo borrador de LUC. Por ejemplo las organizaciones sanduceras Paysandú Nuestro y Gensa trasmitieron al diario local EL TELEGRAFO: “nos preocupan estos artículos directamente como ONG`s, porque tenemos en trámite el ingreso de las islas del Queguay y la desembocadura del río Queguay al SNAP”. Explican que el efecto de las modificaciones planteadas será que “ante la negativa del dueño del campo al ingreso al SNAP, el Estado lo expropia. No lo vemos mal a eso, pero somos realistas que esto no va suceder y la primera señal es que la propiedad privada vuelve a ser más importante que el bien general”.
Es decir ya no habrá mucha decisión de proteger… y la pérdida de biodiversidad, de riqueza natural será un hecho inherente al proceso de producción de mercancías. Es decir que la ley viene a poner la producción y la propiedad privada por sobre la vida misma. Tal como señala Evo Morales.
Pero más allá de ello, lo importante es comprender que las áreas protegidas se protegen en una gestión y acuerdos colectiva de los usos a dar sobre esos recursos y esos territorios, no con prohibiciones o reglamentaciones. La idea que las áreas protegidas son lugares donde no se puede hacer nada, ya hace tiempo que se dejó de lado. Lo importante es que lo que se haga sea producto de un acuerdo de actores que ponga en el justo equilibrio el cuidado, la conservación y la explotación.
No solo de naturaleza hablamos cuando de proteger hablamos, en esas áreas hay incluidas personas y saberes que es también necesario conocer para luego conservar, cosa que al parecer se dejará a la voluntad de la mano invisible del mercado.
¿Y con las áreas ya existentes qué va a pasar? El 1% del territorio nacional hoy es área protegida; es poco ni que hablar, pero es algo. Y contienen cosas tan valiosas como aprovechables. Pero su apropiación y defensa por parte de las comunidades que se encuentran junto a ellas, es un trabajo de largo aliento. El desestímulo a actividades que muchas veces por necesidad de sobrevivencia se realizan en ellas, requiere gente capaz de articular en el lugar en que el partido se juega. ¿Quién dialogará con pescadores, cazadores, apicultores, productores rurales familiares, turistas, universitarios, artesanos, proveedores de servicios, etc., etc.? En torno a estas áreas la vida no solo de la naturaleza sino de las personas, ocurre. ¿Quién se asegurará que la normativa respecto a usos de suelos, aplicación de agroquímicos, aguas subterráneas, material geológico, forestación y otras normativas convergentes se cumplan?, no solo dentro del área sino también en sus entornos adyacentes. ¿Quién difundirá en centros educativos el trabajo que se hace y las especies más importantes que involucran cada una de estas áreas? ¿Quién organizará el turismo en estos frágiles y hermosos paisajes? ¿Quién será capaz de articular el conocimiento que los pobladores tienen de usos y propiedades de los recursos existentes con la academia para generar nuevos proyectos de investigación? Todas estas acciones requieren de dispositivos institucionales y de recursos humanos coincidentes con los discursos.
Pero hoy todos los discursos son coincidentes en la necesidad de achicar el gasto para no sabemos qué. Si la clase media no tiene como centro de su preocupación estos temas, si el común de la gente está lejos de la tierra como ser viviente y solo se calienta si hay algas en la costa y en verano, lo único que nos queda es que un chaman interceda frente a los dioses para que no descarguen toda su furia contra nosotros, sus hijos extraviados.
Por Jorge Azziz
Ingeniero Agrónomo,
funcionario de Colonización
Integrante de la plancha de candidatos de Unidad Popular a la Intendencia de Paysandú
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