Cuando el desguace es vandalismo
- La Juventud Diario
- 7 nov 2019
- 2 Min. de lectura
En el capitalismo los intereses marcan nuevos rumbos, lo de antes quedan en lo irracional. Estamos acostumbrados a ver empresas que cierran y el deterioro progresivo de sus insumos. Si se trata de “empresas del Estado” ejemplos como Pluna vendiendo en partes los aviones, o el que viene arrastrando AFE con la vieja estación vendida y en conflicto, con falta absoluta de mantenimiento de las instalaciones o sin intención de retomar esa actividad que, nada menos, fue traída por los ingleses.
Estamos asistiendo al nuevo desmantelamiento: vías que se sacan, durmientes que se cambian, vagones que se apilan sin uso, o en su peor expresión: venta a privados sin anuncio ni subasta de los bienes de todos nosotros.
Hace poco un trabajador ferroviario de años nos explicaba lo que iba quedando del camino del tren. Nada. Imposible transitar pues se habían levantado las vías luego de llevarse todas las locomotoras a la “terminal UPM” en su futura sede.
Enrique Salari nos comenta una triste imagen de la realidad: “ Hoy trabajé en Peñarol, dado el poco trabajo que hay, en reserva. Veo un camión semirremolque con un vagón arriba, el vagón 70048 de AFE. En su época era un vagón que cargaba las bolsas de arroz. Con las ruedas adentro y sobre esa chata vaya a saber qué rumbo llevaba. Alguien lo habrá comprado para llevarlo a algún balneario”.
“Ya les había dicho que estaban desesperados pro llevar los vagones de Bella Vista a Peñarol”, agrega Salari, “porque pasa más desapercibido si los sacas. En vez de sacarlo por Garzón iba por Aparicio Saravia rumbo a Coronel Raíz”.
Ese traslado fue captado por otra persona con la foto que ilustra el artículo, junto a lo publicado por las autoridades de AFE en el mes de abril en su página web.
“Si vos tenés un terreno y algún capital, lo llevas, le hacés una base de hormigón y tenés la casa” comenta.
El tema en análisis es que esos vagones, esos durmientes, esas instalaciones (que vandalizan por estar sin guardia, como las casetas), son propiedad de todos nosotros. Para un ferroviario “viejo” es triste ver como se están llevando todo, todo lo que es del vecino que está leyendo este artículo y el que no.
El otro tema en análisis es que estos métodos han sido usado desde siempre por los otros gobiernos y nada ha cambiado.
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