Miles de ratas salen a la superficie al sur de Buenos Aires
- Con inform. de Pag12
- 22 jun 2019
- 3 Min. de lectura
Con el movimiento de tierras de los últimos meses, la presencia de ratas en la Ciudad Autónoma aumentó en un 50 por ciento. Los especialistas señalan que el gobierno porteño no controla la población de roedores ni desratiza a los niveles necesarios para combatir la plaga.
La cantidad de ratas en la Ciudad de Buenos Aires aumentó más del 50 por ciento sólo en el último trimestre debido a la falta de desratización del gobierno porteño, tanto en las escuelas como antes de comenzar obras de grandes magnitudes que provocan la migración de los roedores. Por eso, hoy hay un promedio de entre siete y nueve ratas por habitante, es decir, unos 21 millones de ratas.
Si bien la infestación por roedores se da en todos los barrios porteños, la zona sur es la más afectada debido a las malas condiciones sanitarias, sobre todo en el área cercana al Riachuelo, donde las ratas suelen encontrar las condiciones para establecerse. Supermercados, almacenes y restaurantes son los lugares donde más se encuentran.
Además, quienes trabajan en control de plagas aseguran que la presencia de roedores aumentó considerablemente en el último tiempo. “La demanda por aparición de roedores en casas, empresas e industrias aumentó un 50 por ciento en el último trimestre”, sostuvo Gonzalo Fariña, director de la empresa Higiene Ambiental, que desde hace cincuenta años se dedica a la prevención y control de plagas urbanas. Para el especialista, el fenómeno no es nuevo, aunque señala que en los últimos años hubo un incremento cada vez mayor en la aparición de roedores en la ciudad.
Y es que debajo de la ciudad, como ocurre en todos los grandes centros urbanos, hay una enorme colonia de ratas. “Si vos vas a la noche a la zona de Puerto Madero ves cómo salen de las alcantarillas. De hecho, antes de que se inicien las obras del Paseo del Bajo ya se estaba hablando de 10 ratas por habitante en la zona de Puerto Madero. Entiendo que con las obras y el gran movimiento de tierra que implican, hoy debe haber más”, sostuvo Fariña quien forma parte de la Cámara Argentina de Empresas de Control de Plagas. Además, explicó que supermercados, almacenes y restaurantes son los lugares donde más se encuentran estos roedores ya que es allí donde consiguen “la famosa pirámide de la vida: agua, comida y refugio”.
El brote de hantavirus que hubo en el país en el verano y las recientes denuncias por ratas en las escuelas “Coronel Carlos Tomás Sourigues”, en Flores; la “Rosario Vera Peñaloza”, en Almagro; y la primaria “Marcelo T. de Alvear”, en Caballito; entre otras, despertaron el alerta. Según el registro de la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad de Buenos Aires, en 2018 se realizaron 862 denuncias por presencia de roedores en comercios y sólo en los primeros cinco meses de 2019, 615. Para algunos, Buenos Aires se ha convertido en la ciudad de las ratas.
“No hay una invasión, hay desplazamientos”, aseguró la doctora Olga Suárez, del Laboratorio de Ecología de Roedores Urbanos de la Universidad de Buenos Aires. En diálogo con PáginaI12 explicó que las ratas salen a la luz generando una sensación de invasión en la ciudad. “Las ciudades tienen una gran disponibilidad de recursos para que las colonias de roedores proliferen y aumenten su tamaño poblacional. El tema es que Buenos Aires es una ciudad que está en permanente transformación. Hay constantes cambios y grandes obras que implican mucho movimiento de tierras y eso genera que las colonias de ratas afloren como invasoras y se dispersen hacia otros lugares”, dijo. En ese sentido, señaló que para evitar esta situación antes de cualquier obra de grandes magnitudes se debería llevar a cabo un control de la población e iniciar los trabajos recién cuando se define que no hay actividad de roedores en el lugar. “Como las ratas nidifican en la tierra, si hacés una obra y no tenés la prevención o no mediste la magnitud de la infestación de roedores, pueden ocurrir estas cosas”, agregó.
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