Columna: Para los trabajadores de la educación es la hora de devolver los golpes

“Mía es la venganza y la retribución; A su tiempo el pie de ellos resbalará, Porque el día de su calamidad está cerca, Ya se apresura lo que les está preparado.” Deuteronomio 32:35.

Escribe: Prof. Andrés Freire Ya quisiera yo poder escribir unas líneas hermosas, típicas de hippie posmoderno, de amor al universo y que el universo te devolverá ese amor; pero hoy, precisamente hoy, ni puedo ni quiero, porque actuar contra la propia conciencia no es ni honesto ni seguro. Me gustaría escribir desde el Nuevo Testamento, que es el de la gracia, ese regalo inmerecido para todos; pero a nuestro gobierno y en particular a nuestro excelentísimo primer magistrado le ha gustado más de una vez citar el Antiguo Testamento. Así pues elegido por ellos el terreno de esta discusión, le responderemos ahora desde ese mismo lugar, porque además es nuestra obligación para no hacernos co partícipes de tanta maldad que hemos sufrido estos años, escribir estas líneas que son más que un escrito un clamor. Y así ha leído más de una vez este bello paisaje del Eclesiastés que dice: “1. Hay bajo el sol un momento para todo, y un tiempo para hacer cada cosa: 2. Tiempo para nacer, y tiempo para morir; tiempo para plantar, y tiempo para arrancar lo plantado; 3. tiempo para matar y tiempo para curar; tiempo para demoler y tiempo para edificar; 4. tiempo para llorar y tiempo para reír; tiempo para gemir y tiempo para bailar; 5. tiempo para lanzar piedras y tiempo para recogerlas; tiempo para los abrazos y tiempo para abstenerse de ellos; 6. tiempo para buscar y tiempo para perder; tiempo para conservar y tiempo para tirar fuera; 7. tiempo para rasgar y tiempo para coser; tiempo para callarse y tiempo para hablar; 8. tiempo para amar y tiempo para odiar; tiempo para la guerra y tiempo para la paz”. Ahora el tiempo ha seguido su marcha una vez más, es verdad que tuvimos en el primer gobierno del Frente Amplio una recuperación salarial y una mayor inversión en educación; pero ese tiempo que duró lo que dura un lirio ya ha pasado hace mucho, después volvimos a lo mismo de siempre: de un 4,5% en 2009 supuestamente destinado a la educación pública, incluyendo un monto de rubros que no son ANEP ni UDELAR, pasamos solamente en 10 años, a un 5,2%. Pero no se trata de dinero lo que está en juego principalmente, se trata de otras cosas muchos más graves, que son la DIGNIDAD y la LIBERTAD; de esos asuntos queremos hablar hoy. De nosotros, los maestros y los profesores, constantemente se dice de forma directa o indirecta desde quienes detentan el poder político hoy y buena parte de la oposición de derechas, que faltamos constantemente a trabajar porque nos antoja, que dejamos a los niños y adolescentes sin clases, ignorando ex profeso que los salarios que nos pagan obligan al multiempleo y éste a su vez multiplica las inasistencias docentes por actividades del propio sistema, salas, cursos de actualización, reuniones, exámenes; y la lista puede seguir bastante más. Y todo esto sin hablar de cómo además las actuales condiciones sociales están incidiendo fuertemente en el sistema educativo, afectando nuestra salud psíquica y causando las licencias más prolongadas. Por supuesto que como en toda profesión hay quien pueda abusar como se dice habitualmente, pero son una minoría y las autoridades tienen los medios para controlar esta situación. Aquí hablamos de DIGNIDAD. Dicen muy sueltos de cuerpo desde el oficialismo y también desde la oposición de derechas, que hacemos paro por gusto a cada rato. Yo, y aclaro, yo, Andrés Freire, puedo estar o no de acuerdo con las medidas concretas, la estrategia y la táctica de organizaciones que no integro y por ende cumplir o no sus medidas, pero sé perfectamente que entre nuestros colegas no hay nadie que tenga vocación de huelguista. Es más, por nuestra profesión siempre estamos dialogando y mediando. Los que tienen vocación permanente de conflicto son otros. Aquí hablamos de DIGNIDAD. Proclaman muy sueltos de cuerpo que hemos tenido enormes aumentos de sueldo; algo hubo por supuesto que sí, pero si lo medimos con la canasta familiar y su evolución, y con los sueldos principescos que en la Administración Mujica se fijaron para ellos al grito de “a la gente no se le puede pedir tanta poesía”, y que para ellos 120.000 pesos por mes en 2009 era una miseria, sabemos la verdad y nuestros bolsillos no mienten. Y si bien todos tenemos derecho a un salario decoroso, tengan la decencia de compararnos con otros profesionales y no con personas no calificadas: Porque ¿acaso no nos piden profesionalismo a cada rato? Aquí hablamos de DIGNIDAD. A los docentes se nos hace responsables de problemas que no son educativos, la delincuencia, la drogadicción, el desempleo, la marginalidad, los accidentes de tránsito, el embarazo adolescente, y todo lo que se le carga a la educación no son problemas educativos, son problemas sociales que inciden en la educación, y no al revés. Por lo tanto no pueden ser resueltos por la educación, sino que tienen que ser resueltos socialmente. Los docentes lo que podemos y debemos hacer es ejercer nuestra profesión, nosotros somos los profesionales de la educación, y son los expertos y académicos quienes deben estar a nuestro servicio y no al revés. Aquí hablamos de DIGNIDAD. A los trabajadores de la educación, en particular en Primaria, nos pagan lo que quieren, cuando quieren y como quieren. Sin negociar nunca de buena fe por las autoridades de Economía y Finanzas, y sin ni siquiera pagar todos los salarios y todas las partidas en tiempo y forma. Se nos cita para las elecciones nacionales, departamentales, plebiscitos y no se nos otorgan los días de licencia previstos por el legislador originariamente; se nos hace trabajar ese día hasta 18 horas de corrido y luego se nos paga con suerte mucho menos que a los otros profesionales que reciben una compensación, los escribanos. Aquí hablamos de DIGNIDAD. A los trabajadores de la educación nos declararon esenciales el 24 de agosto del 2015, para encubrir que no iban a cumplir con su promesa del 6% de la educación, para lo que faltaron -aun aceptando sus números- 800 millones de dólares, mucho menos de lo que van a gastar en el trencito de UPM. Fue el Frente Amplio el que abrió una puerta siniestra por la que ahora quieren pasar los Lacalle Pou y los Larrañaga; ese día pretendieron en los hechos abrogar nuestro derecho a la huelga y nuestras libertades sindicales, al declarar esencial toda la educación el paro se vuelve imposible. Entonces lo que estuvo en juego fue otra cosa, y la entendieron enseguida las maestras que colgaron las túnicas en las escuelas, y lo entendieron docentes que ese mismo día estando sin acompañar las medidas gremiales, en más de un lugar cortaron las clases y salieron a la calle. Aquí hablamos de LIBERTAD. Nos han humillado, sometido al escarnio, despreciado, nos han tratado como meros empleados que deben seguir las instrucciones de “los que saben”, lo han hecho muchos que conocieron la misma realidad que nosotros, a la eterna pobreza relativa en la que vivimos ya estamos acostumbrados, no es que nos resignemos a ella, pero no todo en la vida es dinero, nuestro trabajo tiene otras compensaciones, y tenemos el lomo duro y el corazón grande. Pero con la DIGNIDAD y con la LIBERTAD, ahí es diferente; son de esas pocas cosas por las que vale la pena pelear hasta el final, es más, se debe pelear incluso aunque lo previsible sea la derrota. Hoy tenemos la oportunidad histórica, única, de cobrarnos todas esas cuentas, poniendo a uno de los nuestros, a un maestro de escuela que conoce y sabe mucho de lo mejor que podemos dar en la Presidencia. Sí, no vamos a llegar, lo sabemos perfectamente, pero el voto no sólo es realidad material, sino que también es una realidad espiritual, una intención de, pero sí podemos llegar a colocar en el Parlamento a muchos docentes de debajo y de verdad, que están en todas las listas de la Unidad Popular, en cualquiera de ellas hay una maestra, una profesora, un profesor, y muchos de ellos en más de un departamento en el primer lugar. De noviembre no digo nada ni voy a decir, ahí cada cual actúe según su conciencia. Pero ahora cierro estás palabras con el mismo espíritu con que las comencé, teniendo presente que en este mundo Dios no tiene más manos que las nuestras: “Mía es la venganza y la retribución; A su tiempo el pie de ellos resbalará, Porque el día de su calamidad está cerca, Ya se apresura lo que les está preparado.” Deuteronomio 32:35. Nuestro momento ha llegado, y es ahora en Junio para marcar una fuerte presencia que sea faro luminoso para otros, y el último domingo de Octubre, para que ellos y nosotros cada cual recoja lo ha sembrado…