Editorial: Nada detendrá los cambios a favor del pueblo El oportunismo está debilitado

Especialistas militares rusos han emprendido una inspección total del sistema de generación de ‎electricidad de Venezuela y de la red nacional de distribución, cuyas repetidas interrupciones han ‎paralizado el país desde el 7 de marzo de 2019, y han confirmado al parecer el uso combinado de ‎artefactos electromagnéticos, junto a otras formas más tradicionales de sabotaje, como ‎cortocircuitos provocados e incendios intencionales. La creación de bombas electromagnéticas capaces de dañar las líneas eléctricas se deriva de una ‎serie de trabajos realizados por el conocido físico soviético Andrei Sajarov en los años 1950. Se estima que varios países, entre los que se cuenta EEUU, disponen actualmente de ‎ese tipo de artefacto. ‎El presidente de la República Bolivariana, Nicolás Maduro, ha acusado directamente a ‎EEUU de ser responsable de los constantes incidentes que durante las últimas semanas ‎han provocado graves interrupciones de la generación de electricidad y afectado el sistema ‎nacional distribución. ‎Por su parte, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton denunció la ‎llegada de los militares rusos -menos de 100- como un recurso utilizado por Maduro y su gobierno para mantenerse en el poder gracias a fuerzas militares extranjeras. Bolton invocó la doctrina Monroe al afirmar que toda potencia extra continental debe ‎abstenerse de desplegar fuerzas militares en A. Latina.‎ Las denuncias de Venezuela sobre los ataques electromagnéticos contra su sistema eléctrico ‎nacional han sido sistemáticamente ridiculizadas en los últimos días por la prensa nacional de ‎oposición y por los grandes medios de la prensa occidental. Sin embargo, previendo una hipotética respuesta rusa, el presidente estadounidense Donald ‎Trump acaba de firmar una Orden Ejecutiva donde estipula que las agencias federales deben preparar el país para enfrentar eventuales ataques electromagnéticos ‎contra las principales infraestructuras de Estados Unidos, lo cual es una confirmación tácita de que Washington sabe que los «ataques electromagnéticos» no son cosa de ciencia ficción. El involucramiento de EEUU en desestabilizar o derrocar gobiernos que no le son afines o gobiernos de países con grandes recursos naturales, está muy claro en estos últimos años. Antes estos hechos ocurrían, pero parecían ser más manejables o se disimulaban mejor por los líderes yanquis, ahora la opinión pública mundial tiene más claro como es el tema es más crítica pero le cuesta involucrarse, ser solidario con él agredido. Nuestro país tenía en su momento distintos líderes claramente antimperialistas y defendían la autodeterminación de los pueblos. Eso lamentablemente se fue dejando de lado por distintas razones pero la principal fue el triunfo del FA en el 2004 y su ascenso al gobierno en el 2005, ya que el oportunismo ganó espacio fuertemente en la fuerza de gobierno y en el PIT CNT y el alineamiento con EEUU fue total. El recibimiento a George W Bush en Uruguay, el almuerzo de camaradería con el gobierno en pleno en Anchorena, fueron las señales públicas necesarias. Este momento del Frente Amplio es la otra cara de una misma moneda, de años de lucha, de militancia, de crear comités de base y organizar y unir trabajadores. Hoy la vida de los dirigentes del FA cambió, su pensamiento cambio, sus relacionamientos cambiaron, sus decisiones cambiaron, su pensamiento cambio, ahora piensan como vive y como viven sus familias y amistades.