Columna Hora de elegir lo mejor
- La Juventud Diario
- 17 ene 2019
- 2 Min. de lectura
Escribe: Prof. Andrés Freire
Se aproxima lentamente el momento en que los uruguayos todos, es decir los orientales y los peores americanos, nos encontraremos en las urnas. Es luego del ensayo general que son las internas a fines de junio, el momento en octubre en que vendrá la primera vuelta electoral, la primera y la única donde realmente podremos elegir algo; porque en noviembre, bueno, o ganará la derecha tradicional -es decir la alianza Herrerista Colorada de la Gente e Independiente- o ganará la gerentecracia progresista. Hay quienes profetas de la resignación y el no se puede, predican con dedicación y esmero la consigna de que “hay que elegir al menos malo”, porque lo mejor, lo bueno, quizás sea bueno, pero es imposible; es la forma de lograr a través del miedo a “lo peor” continuar con “lo menos malo que es casi igual a lo más malo”. Elegir “lo menos malo” es una opción imposible cuando hay otras posibilidades, es como que a un preso le den a elegir entre que lo frían en una silla eléctrica o le den una inyección letal, y uno deba elegir, existiendo una tercera posibilidad que se esconde: la libertad. Así la propaganda dirá una y otra vez “elija al menos malo”, es decir vote a este para que no gane el otro, como si por ejemplo la transformación de nuestro territorio en una factoría colonial finlandesa monoproductora de eucaliptos estuviera en cuestión. Todos los partidos políticos con representación parlamentaria, salvo la Unidad Popular, comparten esa política, y todos menos la Unidad Popular han dado muestras indudables de acuerdo en torno a la política macro económica neoliberal, por algo las leyes de PPP y de riego se han votado en forma casi unánime. Usted podrá elegir lo menos malo en Octubre, es decir optar entre que no existan Consejos de Salarios con la derecha tradicional (aunque ésta ha dicho que los va a mantener) u optar entre que existan y no se negocie nada que se aparte de las pautas del gobierno con el progresismo. Pero existe una tercera opción; usted puede votar a la Unidad Popular, con un programa de transformaciones estructurales que quiere un salariazo a cuenta de la disminución de la plusvalía. ¿Aspira a una frazada siempre corta gracias a que la lana se la llevan los privilegiados de ayer y los acomodados de hoy? Entonces elija lo menos malo, y después no se queje, no tiene derecho: usted tuvo otras posibilidades y eligió lo que eligió, no hay engaño por cuarta vez, habrá en todo caso autoengaño. Pero para nosotros es hora de elegir lo mejor, pronunciarnos por el programa histórico de los trabajadores y el pueblo uruguayo. Nosotros vamos a elegir lo mejor, vamos a elegir la nacionalización de la banca, el comercio exterior y la industria frigorífica; vamos a elegir un presupuesto mínimo de 6% del PBI para la educación (real); vamos a elegir el Plan Nacional de Vivienda Popular. Y a eso lo invitamos, venga porque sin usted no habrá milagro…
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