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El Tobogán "real"

  • JLV
  • 13 jul 2018
  • 19 Min. de lectura

Hay un Tobogán real y otro para la historieta, para vender diarios, para vender humo.

Hay otro Tobogán que es el "real" ese Tobogán es el que queremos hacerte conocer.

Es un barrio que nació en 1987; está al costado de la ruta de acceso a Montevideo, a su lado está el Monumental Estadio Luis Tróccoli, del Club Atletico Cerro.

A pocos metros está la nueva Estación de Policia denominada Regional o Zona 4 de la policía de Montevideo, que reúne a cuatro de las Comisarías de la Capital.

El Tobogán también está frente por frente al cuartel de Artilleria N° 1, (y) rodeado por la ruta de acceso a Montevideo, el arroyo Pantanoso, el ex Frigorifico Artigas, el Polo Tecnológico Industrial (PTI) del Cerro, el y la Avenida Santin Carlos Rossi.

Es una zona de muchos bañados, muy humeda, muy fría. Pero toda esa zona es igual.

Esos bañados fueron rellenándose muy despacio, se fueron habitando por gente deprimida económicamente. Que no podían hacer frente a alquileres altos, que tenían varios hijos.

En fin: que las diversas situaciones (todas adversas en este caso) que tiene la vida de una persona te va llevando por un sendero que no elegiste, pero que se convierte en TU camino…..TU destino hasta convertirse en TU vida.

Johana, Mariela, Miguel y Fabiana

Así le pasó a las 260 familias que hoy habitan El Tobogán.

El barrio hoy está vallado como si fuera Cisjordania, el barrio que cuando juega Peñarol o Nacional en el Tróccoli es sitiado durante todo el dia y los habitantes quedan presos durante toda la jornada….

Los días de Partido de futbol “con los Grandes” de un lado de la Valla es una fiesta, pero del otro lado hay una cárcel con 260 familias dentro.

Siempre se dijo que El Tobogán era como un plato llano…….hoy es como un plato hondo…..porque los de alrededor fueron rellenando con mucho Poder Adquisitivo, o al menos mucho más que los vecinos, y ahora El Tobogán está en un pozo, porque Cerro y las Empresas que se quieren instalar rellenan quedan muy altos y el barrio queda abajo.

Hay Proyectos ajenos a los vecinos, hay inversiones que se quieren quedar con esos terrenos, y los vecinos están allí desde 1987.

Han tenido que luchar contra la naturaleza, porque es un barrio sobre los bañados. Pero allí todo se hizo sobre los bañados. Y todos los barrios del alrededor están sobre bañados. Y fueron todos regularizados.

Johana y Lita

Maria del Carmen Leites (lita) Nos relata cuáles son las principales preocupaciones que tienen hoy las 260 familias de éste Barrio de trabajadores que han hecho del sacrificio un ejercicio diario.

Lita: “La preocupación siempre fue la lucha por las calles, por la salida del agua pluvial, basurales, alumbrado, como todo barrio, pero una preocupación que siempre estuvo latente es que el barrio siempre luchó por la regularización, no vinimos porque quisimos a estos lugares, no pudimos afrontar los gastos en otros barrios por falta de trabajo o porque se encarecían.

Todos los vecinos han luchado y mejorado sus casas, hoy son sus casas con su frente, su fondo, su parrillero. Hasta el día de hoy luchamos por el agua, vivimos en un bañado.

Este barrio data de 1987, los primeros ranchitos se hicieron en lugares que se iban rellenando, esto era todo pantano. Me enteré hace unos años que se llama El Tobogán, porque en aquellos años las primeras comisiones, siempre estuvo organizado el barrio, solicitaban el sello de personería jurídica el Club Atlético Tobogán, que estaba en La Teja, todo quedó dividido por la ruta, en homenaje se le puso El Tobogán. Somos vecinos que todos estos años hemos vivido con mucha dignidad y siempre progresamos, sabiendo dónde estamos siempre la luchamos, todos los vecinos saben que cada bloque costó un plato de comida de sus hijos, hay vecinos que tienen más de dos casas enterradas.

Hoy se pelea por la regularización o presionar al Estado o a quién corresponda, queremos saber si nos vamos a quedar o no, queremos ser propietarios por lo que luchamos tantos años.

Aunque parezca violento, vivimos entre la mierda, pero es una mierda que nosotros combatimos todos los días con ella y peleamos todos los días para tener las mejores casas que podemos, y no se nos da ni siquiera la posibilidad de tener un documento, ni siquiera como compradores, nada de eso.

Las autoridades alegan que acá no se puede regularizar porque estamos a seis metros bajo del mar, que las capas del terreno no son impermeables, y es lógico sabemos que sí, es un bañado, cuando llueve unas horas el agua no tiene por donde salir.

Los bomberos ya no vienen a realojar a los vecinos como venían antes, cada vecino implantó su sistema para poder resistir al agua y vivimos en lindas casas, todos la han luchado muchísimo, la mayoría de los vecinos son trabajadores, y otros vecinos lamentablemente al no tener los insumos que debe tener un barrio, terminan viviendo en la indigencia.

Ahora tenemos el problema por unas cunetas que quedaron con una salida diferente, que no es la correcta, nosotros siempre les decimos a los ingenieros que habrán estudiado y los felicitamos, pero que acá cada vecino es un ingeniero y sabemos perfectamente para donde va el agua.

Siempre tenemos el mismo problema, se discute, va el agua a donde quieren los ingenieros y después tienen que venir a hacer nuevas obras porque el agua para ahí no va, va para donde dicen los vecinos.

Ahora quedó la promesa de la alcaldía de venir entre fines de junio y principio de julio, vamos a dar unos días más, para solucionar el tema de las cunetas del pasaje "C", y un tema que hay acá en Luis Troccoli.

Hay un relleno indiscriminado que ha hecho Cerro, nos bloqueó las entradas, las tiene abiertas hoy por hoy porque hacemos presión, pero tenemos que cruzar entre el barro y subir montañas para llegar al ómnibus, sino tendríamos que dar la vuelta por la calle que dice continuación de La Paloma detrás del estadio de Cerro, una calle que es de bitumen, pero es una calle que no es segura para las vecinas que trabajan en la madrugada o en la noche.

El Vallado infame

Nos hicieron un pasaje alternativo contra la cañada que es inviable porque salen las aguas servidas y es imposible pasar por ahí, menos cuando crece la cañada, entonces prácticamente estamos quedando sin salidas, y si un día El Tobogán fue un plato llano, hoy es un plato hondo.

Nosotros sentimos la necesidad de que las autoridades respondan, yo sé que por años el barrio no va a ser regularizado, eso es verdad porque muchas personas me lo han dicho, personas de altos cargos, pero nunca se la jugaron a decírselo de frente a los vecinos.

Cuando fuimos a pelear el tema de las cunetas que estaban mal, el señor alcalde nos dijo que van a ser regularizados todos los barrios de alrededor, pero El Tobogán no.

Este Vallado que puso el Club Cerro encerró al barrio y ahora deben caminar cuadras y cuadras para tomar un ómnibus en medio de la oscuridad y la Inseguridad

Eso llevó a la inquietud de todos, los jóvenes pensaron en una cooperativa, pero después de informarse de un montón de cosas decidieron seguir luchando por lo que ya tienen.

Tienen una casa, a su familia, sus hijos, seguiremos luchando por El Tobogán, y presionando para que las autoridades nos digan qué va a pasar. Hay vecinos que no queremos salir de acá porque tenemos nuestra vida, ya estamos pasando los 60 años, porque algunos tienen dos o tres casas enterradas en el lugar, y hay vecinos que les gustaría criar a sus hijos en otro lugar. Es el derecho que tenemos según la Constitución, la vivienda digna.

JLV: ¿cuántas familias son?

Lita: Se hizo un relevamiento y dio más o menos unas 260 familias, sólo lo que es El Tobogán, no la franja de ranchitos que queda en la continuación de calle La Paloma al final del barrio, y la franja que hay bajo del puente, sólo censamos el triángulo de lo que es terreno de la intendencia, lo que nosotros llamamos el barrio El Tobogán, son 260 familias, alrededor de 700 habitantes de cero a 60 años en adelante.

JLV: Y el fundamento de las autoridades que afirman que no habrá regularización, cuál es?

Lita: El fundamento es el que se ha dado siempre que es que no hay saneamiento y que no puede ser regularizado un barrio sin saneamiento, que estamos arriba de un pantano, rodeados por el pantanoso y cada vez se nos está enterrando más.

Hay proyectos acá, Cerro tiene su proyecto, la UPM tiene su proyecto, con un estacionamiento hoy de 40 camiones, no sabemos mañana. Se hablaba de que la salida de esos camiones iba a ser por la ruta, por la parte de la calle que tenemos los vecinos del frente, y evidentemente que hacer una calle de bitumen para que pasen camiones por ahí, no íbamos a durar ni dos años, porque eso se iba a quebrar.

Entonces empezamos a movilizarnos, hace 7 meses que Cerro nos cerró, en esa estamos. El jueves 11 de julio nos juntamos con la unión de comisiones barriales y logramos que se llamen a las autoridades correspondientes, como el Ministerio de Viviendas, Tierras y Viviendas, Intendencia,

para poder dialogar de distintos temas que hay de regularización de otros barrios como la de nosotros en El Tobogán. Después tenemos que ver si se presentan estas obras que van a hacer ahora que tienen que solucionar la salida que está mal de una cuneta, vamos a ver cuándo nos van a hacer el pasaje peatonal que nos prometieron, porque estamos sin salida. Lo más importante es presionar a las autoridades para que nos digan qué va a pasar con El Tobogán, porque no nos conforma que nos digan que no va a ser regularizado, y seguimos viviendo 30 años más sin ser dueños de nuestras casas que nos rompimos el alma en levantar todas esas casas.

Evidentemente una vez se hizo una ocupación, pero no nos dan soluciones para nada, una vez se ocupó, se trajo gente contra las cañadas, y hoy no se nos dan soluciones.

Johana Berrutti: nació en El Tobogán, sus hijos también.

JOHANA BERRUTTI TIENE 32 AÑOS, NACIO EN EL TOBOGAN, TIENE HIJOS Y SE QUIERE QUEDAR AHÍ……

“Nací en este barrio, soy una de las más jóvenes tengo 32 años, recién ingresé, porque estoy en una etapa que empiezo a ver las cosas de otra manera y vi que hay muchas cosas por hacer, mi idea siempre fue irme.

Primero por el proyecto de los hijos, siempre mi idea fue esa, sin haberme acercado. Yo conozco la historia de acá, tengo a mi suegro que está empapado en esto, una generación atrás dedicada a ésto.

Pero dadas las circunstancias, nos movimos por cooperativas y otras cosas, nos dijeron que sí pero que era muy complicado para empezar, entonces no nos servía, y decidí quedarme a seguir luchando por una mejoría en este barrio.

Pero hay cantidad de cosas que no las sé, me estoy informando, escucho, trato de apoyar, voy adquiriendo conocimientos. Como dijo Lita, yo no quiero estar más entre la mierda.

Quiero tener una calle, que los chiquilines vayan a estudiar y no tengan que llenarse de barro, queremos alumbrado, que haya seguridad, un puente peatonal, lo que todos queremos, pero me parece que si no nos unimos y vamos todos para el mismo lado, no vamos a llegar a ningún lado.

Yo pienso seguir con esto, trato de traer gente joven y armar una nueva generación porque vamos a quedar nosotros acá, en teoría, si se nos da soluciones, vamos a ver lo que conseguimos y que haya alguna solución, yo quiero solución de lo que sea, se regulariza o no, hay varios planteamientos, cantidad de cosas para hacer, voy a estar apoyando en lo que pueda, y quedaré acá a luchar por el barrio que siempre tuvimos, yo nací acá, mis hijos nacieron acá, yo quería darles otro futuro, pero si mi futuro es quedarme acá, voy a luchar por la mejoría de este barrio.

Mariela con 20 años, Miguel con 21 iniciaron su vida en el Tobogán, tuvieron 5 hijos, perdieron uno.

MIGUEL ANGEL DIAZ: una historia personal de un uruguayo que quizá se asemeje a otros muchos uruguayos. Pero que tiene una carga emocional muy importante, con dignidad, respeto y educación.

“Cuando me junté con Mariela tenía 21 años y era bravo agarrar terrenos porque te desplazaban, y para que no nos desplazaran había este proyecto de El Tobogán, éramos 10, 12 personas, poca gente.

Esto era agua, agua del bañado, pajonales, no había calles. Teníamos 5 hijos, yo 21, ella 20 años, y era lo que había, no se podía alquilar, cada gobierno de turno te la hacía difícil, yo trabajaba en el puerto, y cada camión de tierra se pagaba $100.

Tenías que seguir criando los hijos, la plata no te daba, fue el proyecto de la primera casa, volqué unos 40 camiones, teníamos una de las zonas más bajas y seguía con agua.

Hice la segunda casa, (la primera se había hundido en el pantano) a mi familia la mandé para La Teja, yo me quedé dentro de casa, sentado en el fogón, marqué hasta dónde había llegado la inundación.

Peleaba contra la naturaleza, era emparejar y convivir con la naturaleza, que es lo que estamos logrando hoy.

Levanté un metro más arriba, pasé toda la noche sentado en el fogón pensando cómo hacerlo, esto de hoy es un sueño, el sentido de pertenencia que te da.

Yo no soy un asentamiento, yo soy una persona que agarró un terreno con agua y colonicé, es similar, pero no es lo mismo.

Es un grupo de gente que venía de La Teja y del Cerro, unidos con un propósito.

Es gente obrera la que vive acá, es tan similar a mi Teja donde me crié, es un barrio solidario. A mis hijos les di educación, tengo hijos en la Universidad, perdí un hijo por un accidente doméstico, sigo para adelante, les quiero dar el ejemplo a los jóvenes que se puede, que hay que seguir, porque el sentido de pertenencia que te da es mucho, yo no quiero otro barrio, no quiero realojo, lo que quiero es un papel que ya por merecimiento me toca.

Venimos de la dictadura, de la crisis de Batlle, ahora el Frente Amplio, de los gobiernos de turno, pero fue una lucha hecha con educación, nunca cortamos calles, siempre fue con educación.

Teníamos que salir con las túnicas dentro de una bolsa y vestir los gurises en La Teja para que entraran en la escuela Yugoslavia.

Hoy yo veo que es un barrio hermoso, tranquilo, falta ese papel (escritura uno que diga Promitente Comprador), para decirles a mis hijos: “¡¡sigan valió la pena, eso es lo que quiero!!.

Inundable hay varias zonas en Montevideo, acá hace pila que no nos inundamos.

Es una mezcla de Cerro y Teja que salió muy buena, está muy linda, es garra y corazón, y no se merece que nos saquen de acá, porque El Tobogán da un mensaje que se puede, que es lucha, esfuerzo, solidaridad, y con el bolsillo propio de un obrero, porque siendo un chiquilín de 21 años lloraba cuando se inundaba, un día me fui a la huelga, me senté y tenía que darle de comer a 5 botijas, y el agua me estaba pegando al borde de las camas, pero llorando no ganaba nada, tenía que hacer algo, seguir levantando.

Trabajé en el puerto, tengo estudio y terminé en el puerto, haciendo changas y llevándola, pero se puede y ese es el mensaje que les doy a mis hijos, a mis nietos.

Es una comunidad que se ayuda por eso está tan bien, pero a veces te meten palos en la rueda cuando no tienen que metértelos, ya por merecimiento a uno le toca lo que es de uno, yo no estoy asentado, asentado estuve 5 años luchando, ocupando un terreno con agua, después fueron 10 años de resistencia, ahora es merecimiento, me tienen que dar el papel de que es mío, es exigencia de un uruguayo que vino con 21 años, tiene una hoja limpia de vida, dio hijos a la patria con educación, porque en El Tobogán son todos educados, no hay analfabetos, buenos representantes de ser uruguayos.

Me lo merezco porque a la patria le di esfuerzo, le di hijos y le he dado laburo, me lo merezco, acá quiero terminar mi vida.

Fabiana Vaccaro: fundadora de El Tobogán con 17 años; tiene a toda su familia en el barrio.

FABIANA VACCARO también es fundadora del Barrio. Llegó con 17 años y no había niños, o adultos privilegiados. Todos luchaban según sus posibilidades. Los pequeños hacían sacrificios pequeños y los adultos lo daban todo luchando contra las sudestadas, los mosquitos, lo que fuera….

“Soy fundadora, con 17 años de edad. Vine acá con mi padre y mis hermanos porque no nos quedó otra que venir a este barrio, fuimos como fundadores porque vinimos a un bañado, era una pieza de 4 por 4, y éramos muchos.

Tuvimos que empezar de abajo, comprando camiones de escombro, rellenando todos, hombres, mujeres y niños, todos tuvimos que empezar así.

Fue un esfuerzo permanente, hoy tengo mi casa, también tuve problemas de agua, tuvimos que seguir rellenando.

Me tocó, al igual que a mi padre, enterrar una casa para hacer otra de vuelta y eso llevó mucho esfuerzo.

Cuando enterrás una casa es que te la cubre toda el agua y no sabés qué más hacer y seguís tirando escombro, tratás de ganarle al agua y tenés que hacer para arriba porque otra no te queda, empezar todo de nuevo para poder ganarle al agua, y así se fue haciendo todo.

Tengo a toda mi familia acá, a mi padre, mis hermanos, desde el más viejito hasta el más chico viven acá, hace más de 20 años.

Nosotros hicimos todo, de salir de un bañado, que los bomberos nos tenían que sacar en una lancha, pasamos a ser un barrio como cualquier otro, entra la gente con sus autos, con motos, ambulancias, taxis.

El Cielo Abierto, así le llaman a éste sistema que les salva la vida cuando llueve varios días. Pero si la IMM no lo limpia la salvación puede convertirse en una fuente de enfermedades.

CUANDO JUEGA CERRO CON LOS GRANDES ES UNA FIESTA: DE UNA LADO DE LA VALLA METALICA, ES UNA FIESTA, DEL OTRO LADO ES UNA CARCEL

JLV: ¿Qué pasa cuando juega Cerro con los cuadros Grandes?

“Es una situación muy especial, últimamente hemos tenido charlas hasta con el Ministerio del Interior; nosotros estamos al costado del Estadio de Cerro y evidentemente las hinchadas de Nacional y Peñarol tienen que pasar por nuestro barrio para llegar al Luis Tróccoli e ingresar al estadio por la parte de atrás.

Nosotros tuvimos una entrevista con el Ministerio del Interior que como vienen de la Plaza Lafone entran por todo el barrio, nosotros recibimos pedradas, tiros, pasa de todo, intervenimos justamente porque la policía hacía custodia acá.

Acá no tenemos ni plaza, no tenemos nada, los jóvenes se juntan al sol, las madres con los niños para hablar sobre qué está pasando en el estadio con la entrada de hinchadas, y la policía los corre, los saca de estos lugares, parece que reprimen más al vecino de El Tobogán que está en su casa, que a la hinchada que viene con armas tirando tiros para todos lados y no pasa nada, atropellando, insultando y apedreando a las casas.

Llegamos a tener una entrevista en la cual le pedimos que sacaran a las hinchadas de adentro del barrio porque iba a pasar una desgracia, porque en uno de los últimos partido hubo 4 heridos de bala, vecinos de acá que estaban mirando y fueron heridos, y nos alegan de que frente a la zona 4 de Policía, seguir por ahí sería una locura y aparte se encontrarían por Santín Carlos Rossi con la hinchada de Cerro.

Calles de tierra y cordón cuneta

“ESTADO DE SITIO”: LOS DIAS DE PARTIDO

Nosotros entendemos eso, pero hemos solicitado que la hinchada venga sobre los canteros del medio y no baje al barrio, no tiene porqué, que hagan una buena custodia y pasen por el Estadio Luis Tróccoli, ya que sabemos que no se pueden juntar las hinchadas, pero que hagan una custodia como la que tienen que hacer pasando sólo por Luis Tróccoli, y que no se meta la hinchada dentro de los barrios.

Eso es lo que propusimos y una de las cosas principales que nos está pasando y nos ha pasado todos estos años, El Tobogán cuando juega Peñarol y Cerro queda sitiado, los vecinos del barrio no pueden entrar en su locomoción porque cierran la entrada, vallan la entrada la policía y no podemos ni entrar, ni salir, no entra el lechero ese día, no entra el panadero, no entra nadie, a partir de las 9:30 de la mañana queda vallado el barrio en estado de sitio, por eso estamos peleando y no queremos que sea así.

Se hizo una prueba piloto enseguida de una de las reuniones y se dio como nosotros pedíamos, que vallaran la mitad de la entrada y que del otro lado los vecinos pudiéramos entrar como tenemos que entrar al barrio, y los que quieren entrar en auto entren en auto, y que los repartidores puedan entrar.

Que vallen la mitad, es ancha la calle, lo pueden hacer, y que pasaran por Luis Tróccoli y vinieran por el cantero del centro, se logró hacer un partido así y salió bárbaro, no fueron reprimidos los gurises del barrio, porque pedimos que sacaran a la policía de acá adentro porque no tienen nada que hacer, salvo cuando pasa la hinchada, no tienen por qué estar todo el día echando a la gente de acá. Ese partido se logró, no sabemos los próximos, esa ha sido la lucha que hemos tenido los vecinos. Los días que hay partidos estás con el corazón en la boca, porque es el día que el niño se merece estar en la calle, estás en guardia mirando por los chiquilines, porque es domingo y te lo mereces, si estudiás o trabajás, te lo mereces. Vienen y te dicen que tenés que cerrar el almacén, no tengo porqué cerrar el almacén o cerrar el kiosco, porque quién me paga el día a mí.

El Salón Comunal

MARIELA SUGO: es la compañera de Miguel Angel: ella está quemada con los Universitarios que llegan al barrio y lo saben todo: porque estudiaron, son Profesionales, y llegan a un barrio humilde creen saberlo todo. Porque lo leyeron, lo estudiaron. Lo aprendieron, dieron exámenes y los salvaron. EN UNA PALABRA: SON INGENIEROS….

Pero los vecinos llevan toda una vida coqueteando con la naturaleza en el Pantano. Saben todo. Conocen el viento, conocen el agua, conocen la sudestada….

Y comenzamos hablando de eso……porque Mariela dice que los Profesionales si fueran un poco más humildes podrían hacer que su trabajo valiera mucho más de lo vale.

JLV: Mariela cuéntame qué sucede con los Profesionales e Ingenieros que llegan al Barrio.

“Los arquitectos lo dicen como lo aprendieron en los textos, en el teórico, pero lo práctico es muy diferente en la realidad, no es que nosotros queramos saber más que ellos, a nosotros no nos dio clase ningún profesor, pero de cierta forma nosotros somos arquitectos de nuestras propias casas, porque nosotros tuvimos que hacer con lo que teníamos, porque acá no hay gente con gran poder adquisitivo, simplemente hay gente que trabaja, gana su dinero, compra los materiales y edifica, porque no tenemos la posibilidad de pagarle a una persona idónea, por eso estamos viviendo donde estamos viviendo.

Esa gente, no toda, pero la gran mayoría viene con proyectos, y uno para que se invierta bien el poco dinero que nos dan cuando metemos presión, damos nuestra opinión de cómo hacerlo y nos dicen que lo van a hacer a su manera, cuando terminan su trabajo y se van, las consecuencias quedan a la vista. Cuando vinieron a hacer un arreglo, les dijimos, nos reunimos el grupo de vecinos más viejos que sabemos dónde están las calles, donde rellenamos.

Nosotros no tenemos una lucha con la naturaleza, nosotros aprendimos a convivir con ella, porque sabemos que a la naturaleza no le vamos a ganar, coexistimos con ella desde hace, en mi caso 26 años, no le voy a ganar a una sudestada, al viento, entonces coexisto, convivo con ella.

A los dos días que se fueron tenemos ese problema y es como que nosotros pateamos para nuestro propio barco, como que nos hacemos los goles en contra, nosotros les decimos, les damos la información del lugar, pero lo hacen a su manera. Vivimos acá permanentemente, sabemos hacia dónde va el agua, pero ellos terminan haciendo lo que quieren, entonces nosotros nos callamos.

No es que queremos saber más, les decimos para dónde va el agua, entonces que hagan la zanja para donde va el agua, no contraria, porque donde pegue la vuelta para atrás nosotros nos tomamos nuestros propios líquidos, es una lucha sin fin. Nosotros conocemos al barrio, y tiene la particularidad que estamos como en un pueblo de afuera, nos conocemos todos, somos como un pueblo chico, la mayoría de la gente es trabajadora.

Es un barrio solidario, que lucha sin faltar el respeto, sin cortar ruta, sin armar problemas, lucha silenciosa pero persistente, tenaz, de hace 30 años que queremos mejorar.

No queremos vivir en Carrasco porque esto nunca va a ser Carrasco, nosotros con que no nos inundemos, con que entre una ambulancia, la policía, un Uber, que se mejoren las calles, que nuestros hijos puedan ir prolijos a estudiar, porque somos pobres pero no somos sucios.

Hay gente que recicla y está muy bien, pero la mayoría de la gente queremos vivir dignamente, mejor, no tener un palacio ni auto cero kilómetro, ni mucho menos.

Modestamente pagamos nuestra luz, agua, impuestos, no es un barrio que viva de arriba, no todos estamos enganchados, queremos dignificar nuestra vida. Nosotros de un pantano hicimos una zona habitable por necesidad, no teníamos otra opción.

Acá tuve 3 hijos, enterré uno, todos estudiaron, no soy más ni menos que otras personas, yo quiero mejorar. Con 26 años que tengo acá, han venido partidos políticos de todos los colores, del actual y de los anteriores, viví y me crié en una dictadura, sé lo que es no poder decir la palabra libertad, fui al liceo en dictadura. No me gusta que cada 4 años aparezcan las promesas y después que ganan se suben a sus autos lujosos y se olvidan.

VALLADOS COMO SI FUERA CISJORDANIA

Finalmente Lita nos habla del vallado metálico que los ha encerrado. Pretendian hacer un muro, pero los vecinos se opusieron.

JLV: ¿Cómo surge éste vallado metálico que tiene al barrio separado del resto?

Lita: “Acá se votó un presupuesto participativo, algo que dentro del comunal se discute a veces, porque hay proyectos de vecinos que son muy viables y muy claros, pero que a veces no son logrados, porque como va por medio de votación, evidentemente que si Cerro o Rampla o una institución grande te pone un proyecto, evidentemente lo van a sacar porque son miles de afiliados que tienen para poder votar, entonces los barrios siempre van en minoría en ese aspecto.

Se hace el presupuesto participativo, al cual los vecinos de El Tobogán apoyan, porque se nos habla de comedor, de cancha de inferiores que los chicos del barrio El Tobogán van a tener acceso, se nos habla de una plaza, se habló de un montón de cosas y la gente apoyó el proyecto de Cerro, pero lo único que nos ha hecho Cerro hasta ahora es daño, la plaza no existe porque ya no hay lugar, valló todo, supuestamente venía una muralla de material a la cual nos opusimos.

Nos opusimos determinantemente porque qué, vivimos en un gueto nosotros para que nos encierren.

Pero rellenó indiscriminadamente que eso nos está afectando hoy, entre UPM que tiene un proyecto de estacionamiento de camiones, más lo que es Cerro, nos han rellenado de una manera que si fuimos un plato llano hoy ya somos un plato hondo, hondo, de los viejos de lata.

Tuvimos enseguida esa entrevista que Cerro no se presentó nunca a entrevistarse con nosotros en primera instancia, entrevista con el Ministerio de Obras Públicas y con UPM, hablando de la salida de los camiones, que no queríamos que fuera por el barrio, porque estamos arriba de una cañada y se nos iban a partir las casas al medio, y a su vez el encerramiento de Cerro, que nos proporcionaran una calle aunque sea peatonal, porque tampoco veíamos lugar como para hacer una calle transitable para salir a Santín Carlos Rossi.

Situación que ha trastocado toda la vida de los vecinos, las mujeres en la madrugada o en la noche cuando vienen de trabajar tienen que caminar cuadras y cuadras hacia La Teja o hacia atrás del estadio de Cerro, porque no tenemos otra salida, le pedimos a Cerro, hizo un cerramiento metálico, le pedimos que no cierre las puertas hasta que solucione lo que nos prometieron una calle peatonal, nos dieron una solución contra la cañada y es pasar sobre aguas servidas, entre la mierda, los gurises tienen que ir a la escuela por ese lugar.

Entonces en esa estamos, esa es una cosa que UPM se comprometió y va a tener que responder, esperaremos un mes más, ya hace como seis meses de esto.


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