Lula seguirá preso: un militante había ordenado su liberación
- JLV
- 8 jul 2018
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Brasil ha vivido este domingo un conflicto judicial por la liberación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores, preso y condenado por corrupción. El juez de apelación Rogerio Favreto, del Tribunal Regional Federal-4, una corte de segunda instancia, ordenó esta mañana su puesta en libertad urgente, pero su decisión no se llegó a ejecutar. El juez Sérgio Moro, responsable del caso Petrobras en primera instancia —y quien condenó a Lula a nueve años y seis meses de prisión—, dictó un auto en el que cuestionaba la competencia del magistrado que ordenó liberar a Lula.
Un tercer juez, João Pedro Gebran Neto, responsable del caso Lula en segunda instancia, intervino y bloqueó la orden de excarcelar el expresidente. Pero Favreto insistió en su decisión esta tarde y volvió decretar otra vez la liberación del político. Le tocó al juez Carlos Eduardo Thompson Flores, el presidente del tribunal, solucionar el conflicto. Y Thompson finalmente ha decidido esta noche mantener a Lula en la cárcel.
Cronología de la investigación que llevó a la condena de Lula da Silva
Favreto, que estaba de guardia en el Tribunal Regional Federal-4, aceptó la petición de habeas corpus presentada por diputados del Partido de los Trabajadores (PT) para que el exmandatario abandonara la cárcel en la que se encuentra desde el pasado 7 de abril. El líder del Partido de los Trabajadores cumple una condena de 12 años y un mes de cárcel por corrupción pasiva y blanqueo de capitales por aceptar un tríplex de lujo en Sao Paulo como pago de la constructora OAS por sus favores políticos.
El Tribunal Regional Federal-4, una corte de segunda instancia, inferior a la Suprema Corte, ya había negado peticiones de habeas corpus a Lula. Pero el juez Favreto —quien hasta 2010 formaba parte del Partido de los Trabajadores— argumentaba en su decisión que la pre-candidatura de Lula a las elecciones del próximo octubre (la candidatura oficial solo puede ser anunciada en agosto) es un “episodio nuevo” que afecta a la condición de preso de Lula, por lo que se debe permitir su plena libertad para que pueda cumplir la aspiración de participar de hecho en el proceso democrático. El juez señalaba también ilegalidades en la decisión de encarcelar al expresidente. En su opinión, existe una “ausencia de fundamentación”, por no haber respetado la posibilidad de presentar recursos a los que Lula aún tenía derecho antes de ser detenido.
El juez Sergio Moro, encargado de las investigaciones de la Lava Jato en Brasil, sobre la trama de corrupción de Petrobras, y enemigo número uno de Lula, puso en duda que el juez Favreto tenga potestad para ordenar la puesta en libertad del expresidente, cuando los tres jueces de ese tribunal ya habían decidido lo contrario. Y lo hizo desde Portugal, donde pasa sus vacaciones. “Es autoridad incompetente para sobreponerse a la decisión conjunta de los jueces del TRF-4 y de la corte Suprema”, escribió el titular de la Justicia en Curitiba, en el Estado de Paraná, donde Lula está preso. Una fiscalía regional que actúa en la misma jurisdicción que el TRF-4 también se manifestó en contra. Tres expertos entrevistados por EL PAÍS dicen que el juez de guardia sí tenía poder para llevar adelante la decisión de excarcelar a Lula. Todo indica que este nuevo episodio va a incendiar la batalla jurídica que se estableció en Brasil desde que comenzó la investigación judicial del caso la Lava Jato en 2014.
Tras la manifestación de Moro, el juez de apelación Favreto ordenó otra vez que cumpliera “con urgencia” la excarcelación por parte de cualquier autoridad policial presente en la cárcel de la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, donde se encuentra recluido Lula. A esta pugna judicial se sumó un tercer juez del Tribunal Regional Federal-4, João Pedro Gebran Neto, quien bloqueó la orden de liberar al expresidente. Argumentaba que era él el responsable del caso Lula en segunda instancia, y que portanto le tocaba a él decidir sobre la liberación de Lula, aunque no estuviera de guardia.
Una vez más Favreto volvió a ordenar la excarcelación de Lula y dio el plazo una hora para que el expresidente dejara la cárcel. Finalmente intervino el presidente del Tribunal Regional Federal-4, el juez Carlos Eduardo Thompson Flores. A las 19.30 en Brasil, el magistrado decidió que Lula siguiera encarcelado. En resumen, argumenta que no le tocaba a un juez de guardia analisar y decidir sobre el caso Lula, que debe volver a manos del juez Gebran Neto.
El expresidente Lula ha agotado prácticamente la segunda instancia y solo le queda acudir a los altos tribunales —el Supremo y el Constitucional— para revertir la condena. Si llega a ser firme, la impediría que pueda presentarse en las elecciones presidenciales del 7 y 28 de octubre.
¿QUIEN ES ROGERIO FAVRETO?
Rogerio Favreto no es un improvisado. Su nombre este domingo escaló a las primeras planas de los diarios de Brasil y de toda la región por una decisión que sacudió la calma del fin de semana. Él firmó la resolución para beneficiar a quién fue el jefe del PT, el Partido de los Trabajadores al que estuvo afiliado casi 20 años: Luiz Inacio Lula Da Silva. Lo hizo al aceptar un habeas corpus y ordenar su inmediata liberación.
Favreto, de 46 años, integró las filas del Partido de los Trabajadores entre 1991 y 2010. Estuvo en altos cargos y funciones importantes durante las presidencias de Lula y de Dilma Rousseff, quien luego lo designó en el Tribunal Federal Regional N° 4, con asiento en Porto Alegre.
El magistrado identificado por la prensa brasileña como "petista" intervino este domingo en la sentencia de Sergio Moro, el juez que mandó a la cárcel a Lula y que se llevó puesta, literalmente, a gran parte de la clase política y empresarial que gobernó los destinos de Brasil durante más de una década.
Según reportes publicados en diversos medios brasileños, entre ellos los diarios O Globo y Estadao, Favreto nació en 1966, en la ciudad de Tapejara, en Rio Grande do Sul, estudió derecho y se graduó en la Universidad de Passo Fundo y realizó un master en la Pontificia Universidad Católica.
Entre los primeros trabajos profesionales en el ámbito político que desarrolló Favreto se destaca una asesoría jurídica en el gabinete del entonces alcalde Tarso Genro, quien luego desempeñó el cargo de ministro de Justicia en Brasilia. También desarrolló tareas junto a José Dirceu, mano derecha de Lula y uno de los políticos del PT que recibió una de las más altas condenas por corrupción: 30 años de prisión.
Entre abril de 2007 y junio de 2010, Favreto ejerció el cargo de secretario nacional de la Reforma del Poder Judicial, en el Ministerio de Justicia que ejerció Genro, último paso antes de su llegada al ámbito judicial. Al tribunal con sede en Porto Alegre llegó a instancias de la presidente Rousseff, quien lo designó de una terna propuesta por la Orden de los Abogados de Brasil.
Desde ese lugar, emitió varias resoluciones que cuestionaron la forma de las investigaciones del Lava Jato. Este domingo, el juez de pasado petista pareció descubrir su verdadero rostro: ordenó la liberación de Lula y desató un tembladeral político.
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