Macri habló de otra Argentina
- Inform.Pág12.
- 1 mar 2018
- 2 Min. de lectura
En su presentación ante el Congreso para la apertura del período de sesiones ordinarias, el Presidente repitió las mismas promesas que viene haciendo desde hace dos años. Hizo una exposición cargada de apelaciones emotivas y habló de sus "logros" sin dar mayores estadísticas que lo respaldaran. Afirmó que hay un "crecimiento invisible" y que "lo peor ya pasó".
Tras su discurso de apertura de sesiones ordinarias en el Congreso, el presidente realizó un curioso saludo a la Plaza de los Dos Congresos, que se encontraba completamente vacía excepto por los cientos de efectivos de las fuerzas de seguridad.
En 40 minutos exactos, el presidente Mauricio Macri dejó inaugurado el período 136 de sesiones del Congreso Nacional. Pero no inauguró un nuevo estilo ni un nuevo contenido. Repitió como viene haciendo hace dos años las promesas de un futuro mejor, con crecimiento, desarrollo, inversiones y amor. Aseguró que “ya pasó lo peor” y que “el sueldo le ganó a la inflación”, que según dijo va a “seguir bajando”, después de que su gobierno provocara un salto a 40 puntos en 2016. Sin apoyarse demasiado en datos ni estadísticas, se inclinó por un discurso cargado de apelaciones emotivas. En cuanto a la agenda legislativa, se refirió a un puñado de proyectos, que pidió que sean tratados durante este año. Dos de ellos provenientes de la fallida reforma laboral: el blanqueo y la ampliación de las licencias por paternidad. También habló de una ley de “financiamiento productivo” y las reformas de los códigos Penal y Procesal Penal. Además, ratificó su rechazo a la legalización del aborto pero llamó al Congreso a dar un debate “maduro” y “responsable” sobre el tema. Sin hacer alusiones concretas criticó a los gremios docentes que discuten sus paritarias. El cierre contó con la más pura épica macrista: llamó a los legisladores oficialistas a sentir “el orgullo de pertenecer a la generación que está cambiando la Argentina para siempre”. Le respondieron entonando el clásico “sí, se puede”.
Acompañado por la vicepresidenta Gabriela Michetti; el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; y el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; Macri leyó buena parte de su discurso. Arrancó con un recuerdo a los tripulantes del submarino ARA San Juan, que el Gobierno ya dejó de buscar pese al reclamo de los familiares de continuar el rastrillaje. En ese momento, la diputada de kirchnerista, Araceli Ferreyra, le gritó desde su banca “búsquenlo, búsquenlo”.
Comments