Carencias varias en La Trompada, en la falda del Cerro montevideano
- RS/RC
- 4 feb 2018
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Vecinos del barrio La Trompada, en el Cerro, denuncian las condiciones en las que viven y reclaman recibir los servicios públicos y pagar por ellos, como corresponde, y se proponen seguir peleando aunque las autoridades de OSE y la Intendencia de Montevideo les han dado la espalda.
Hace 10 años que denuncian el estado de las calles, que son pasajes literalmente de piedra; no tienen alumbrado; no tienen saneamiento; no llega el agua potable; subsisten con cableados precarios; no acceden los servicios básicos como atención de salud o el supergás; y cuando llueve quedan aislados. Solicitan formalizar el barrio y resolver estas cuestiones, pero han recibido la negativa de diferentes organismos; entre ellos la OSE y la Intendencia de Montevideo.
Más de 70 familias viven hoy en el barrio La Trompada, inmediaciones de Bulgaria y Prusia, en la falda del Cerro, y ya no aguantan más. Afincados hace 20 años en la zona, llevan 10 años reclamando por las condiciones en las que viven, sin respuestas de las autoridades comunales, municipales ni de las empresas públicas. Integrantes de la agrupación del 26 de Marzo Unidad Popular del Cerro, se hicieron presentes para conocer la realidad de los vecinos, y conversaron con Gary Rodríguez, Ariel Diego, Claudia Márquez, Nicolás Silveira y Víctor Silva, familias trabajadoras que ya no saben cómo canalizar sus reclamos para que sean atendidos. Pretenden a partir de este encuentro, trabajar para formalizar el barrio.
Están establecidos hace mucho tiempo allí; Gary Rodríguez está hace 25 años. “Crié a mis hijas acá, pero ya se fueron; imaginate que con estas carencias… empezaron a estudiar y eso, y se tuvieron que ir de este barrio porque con estas carencias no pueden vivir acá”. Un caño con ramificaciones y el ingenio popular han resuelto precarios métodos para distribuir agua a los hogares, por la ausencia absoluta de la OSE en el barrio, igual que el saneamiento. Las casas son de material, aunque siguiendo calle arriba también hay mucho rancherío en la vuelta. “Son favelas al estilo Brasil, ranchos de chapa, barro, gurises jugando en bolas… es para que lo vean, lamentable; vos no decís que en Montevideo pasa, pero es así”, cuenta uno de los vecinos.
Los vecinos reclaman se solucione la situación de las calles, el agua de OSE, el saneamiento, el tendido eléctrico, los basurales que los rodean. Naturalmente dispuestos a pagar como cualquier ciudadano, en La Trompada exigen contar con los servicios como corresponde. “Lamentablemente después de pasar por varios organismos, incluso la Intendencia… venían, decían que iban a volver, que iban a arreglar, pero nunca arreglaron nada. La verdad que no pedimos que nos den nada, queremos pagar”, subrayó Gary. “No hay nada raro; queremos pagar como cualquier ciudadano, pero queremos que nos regularicen”, agregó otro vecino.
Para acceder a la zona no hay calles, sino un pasaje de piedras. Ningún camión ni vehículo accede, por tanto no llegan los médicos ni las ambulancias. “Aquí no suben ambulancias, no suben bomberos, hay personas de edad y no puede subir ni un doctor. Lo único que pedimos es que nos hagan una calle, para empezar por lo menos”, explicó Gary Rodríguez. Su madre falleció sin que un médico haya intentado salvarla, porque no podían llegar al barrio. Gary tuvo que cargarla como pudo y llevarla “hasta allá abajo” donde queda su auto “para llevarla al dispensario”, pero “lamentablemente llegué tarde”, narró. Otro vecino agregó que “él que es uno de los que tiene auto, no es dueño de subirlo a la puerta de la casa porque no se puede; rompés todo, el motor lo dejás ahí en la subida”, graficó. Otro de ellos puso el ejemplo de las barracas. “Si hacés un pedido de bloques o de arena para mejorar tu vida, tenés que dejarlo 3 cuadras pa’ abajo y subirlo todo a hombro pa’ arriba”. Como naturalmente por allí no va el camión del supergas, para recargar la garrafa deben acarrearla por esos caminos. “La garrafa del gas, de 13kg, algo básico… yo tengo la fuerza para ir a buscarla, pero hay gente mayor que no puede”, dijo uno de ellos, a lo que otro agregó “yo tengo 70 años y no puedo… (además hay que cargar caminando) sobre las piedras”. Cuando llueve, se transforma en un barrial intransitable. Si tienen que asistir a algún festejo, contaba una de ellas por ejemplo, deben salir en chancletas y llevar el calzado en una cartera o algo para cambiarse antes de llegar, porque los accesos al barrio los estropean.
La otra prioridad de sus reclamos es el agua de OSE. “El agua es indispensable, y estamos en Montevideo, en el Cerro. No estamos perdidos en el interior, estamos en Montevideo. Por eso pedimos lo básico; la calle y el agua”, dijo Gary, quien tomó la voz por los vecinos. “Queremos pagar, que nos regularicen. Somos gente trabajadora, la mayoría somos gente trabajadora; no estamos pidiendo nada raro”.
Luego de años de reclamar y golpear puertas, hace un año los vecinos firmaron un contrato de forma particular con la OSE, para que les llegara el agua y les instalaran un contador. Si bien han recibido alguna llamada para confirmar datos u otra cosa, ni el agua ni los contadores aparecen. De la Intendencia nunca han recibido respuesta. Con el Municipio fue otra decepción. Cuando golpearon las puertas, el Alcalde en alguna oportunidad les sugirió la posibilidad de brindarles material para que los vecinos se hagan las calles. El gobierno de proximidad no está próximo a estos vecinos, ni del Intendente, ni del Alcalde, ni del Sistema Integrado de Salud, ni del agua. Desamparados, sin respuestas de las autoridades, llevan más de una década reclamando, quieren pagar lo que corresponde y vivir en condiciones dignas pero se les niega esa posibilidad, y están dispuestos a golpear nuevas puertas para que se atienda su situación. Los compañeros del 26 de Marzo sugirieron agendar una visita a la Comisión de Vivienda de la Cámara de Representantes, donde el diputado Eduardo Rubio es miembro pleno. Sin embargo, dentro mismo del ámbito parlamentario, otras comisiones tienen competencia en esta problemática y deberían recibirlos también. De este modo, como dicen los vecinos de La Trompada a pesar de la negativa de las autoridades, se proponen pelear para que se empiece “a formalizar el barrio”, y “reunirse” y respaldarse en quienes los apoyen.
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