top of page

El acueducto del Padre Tembleque, obra maestra en México

  • Foto del escritor: La Juventud Diario
    La Juventud Diario
  • 25 dic 2017
  • 2 Min. de lectura

Entre las recientes obras de México que se han colocado en la lista del patrimonio cultural de la Unesco, destaca una , el Sistema Hidráulico del Acueducto del Padre Tembleque, conocido simplemente como el Acueducto del padre Tembleque.

Se trata de un complejo colonial para llevar agua a muchas poblaciones a lo largo de su recorrido tomándola de sus manantiales. El complejo representa una lección arquitectónica incluso hasta nuestros días. Se tiende desde un punto del actual estado de Hidalgo hasta otro del hoy estado de México.

“Obra maestra del ingenio creativo del hombre”, lo llamó con justicia la organización cultural a la hora que lo declaró digno de registro como obra que la humanidad debe preservar.

– Fue construida de 1555 a 1572 (1554 a 1571, según el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México) – Con la mano de obra de 400 indígenas divididos por especialidades constructivas – Con longitud de 48 km. – Se usó cimbra de adobe, no de madera – La medida más alta alcanzada por la arquería en algún punto es de 39 m.

“Uno de estos puentes posee la mayor arcada de un solo nivel construida en todos los tiempos para una obra de esta clase”, refiere la Unesco.

Se conoce poco de la persona misma de fray Francisco de Tembleque, quizá porque su nombre es su obra, más que tal o cual rasgo de su personalidad. Sin embargo, se sabe que aprendió bien náhuatl al grado de facilitársele entender las técnicas constructivas de los dueños de la tierra a que había llegado, para integrarlas a sus proyectos. Por otro lado, debió de ser muy preparado, pues solo así se entiende que acometiera una construcción tan grande resolviendo los problemas que se le presentaron.

Luego de finalizar esa tarea y dejarla funcionando, el padre cumplió otras que la iglesia le fijó ahora en Puebla, después perdió un ojo y murió, ya en la ceguera.

El apellido de fray Francisco parece un apodo. No. Tembleque es el nombre de una de tantas pintorescas poblaciones españolas. Como es común en nombres muy conocidos de fecundos clérigos (Bernardino de Sahagún, Toribio de Benavente) su apellido es el mismo nombre de su pueblo natal.

Como tantas creaciones, la obra nació de una necesidad, dotar de agua a los fieles de su iglesia en Otumba –hoy estado de México-, lo que llevó al religioso a buscar agua que encontró cerca de la mencionada Zempoala –hoy Hidalgo. Como no se la daban así nada más, les ofreció plata de parte de los eventuales beneficiarios: fue como lo autorizaron. Esa plata –hay que decirlo- no fue para los bolsillos de los lugareños, sino para embellecer su templo.

La monumental empresa encierra una lección moral, es esta: los fieles de fray Francisco paisanos suyos sí tenían agua, la preocupación de él fue por dotar de agua a los nativos, que eran los carentes de ella. Es decir que en un medio como el nuestro, donde tienen más servicios los que tienen más dinero, el padre Tembleque no habría tenido nada que hacer; su motor eran las necesidades de los desposeídos.

Faltaba la mano de obra: fue a ver al virrey, quien lo apoyó con el trabajo de un ejército de trabajadores indígenas; mas la cosa tuvo cierta equidad, pues a cambio les condonó impuestos.


Comments


Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
Noticias destacadas
Noticias recientes
bottom of page