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Advierten sobre método de combate al Aedes aegypti

  • hva
  • 25 nov 2017
  • 2 Min. de lectura

La información es publicada por la Universidad de la República Oriental del Uruguay.

En los últimos meses, ha cobrado nuevamente énfasis la utilización de peces como forma de control de las larvas de mosquito. En el caso de las recomendaciones realizadas por la Intendencia de Montevideo, esta práctica es aconsejada para azoteas de agua o españolas. Sin embargo, otros actores sociales han pedido opinión a docentes del Centro Universitario Regional del Este (CURE) sobre la utilización de peces para control de mosquitos en diferentes contextos ambientales, y estos han elaborado un documento sobre los riesgos ambientales y recomendaciones para el control biológico sobre el Aedes aegypti utilizando peces. El documento lleva la firma de los docentes Guillermo Goyenola, Javier Vitancurt, y Franco Teixeira de Mello. La historia de la utilización de peces para el control de mosquitos tiene ya muchas décadas en el mundo. La propuesta con mayor desarrollo a nivel mundial se basó en la utilización de «madrecitas» originarias del sur de Estados Unidos del género Gambusia. Estos pequeños peces con el sugerente nombre común de «mosquitofish», presentan una gran capacidad reproductiva, son particularmente resistentes a condiciones ambientales adversas, y si bien son omnívoras, se alimentan activamente de larvas de insectos. Por esto último han sido distribuidas por todo el mundo con el objetivo de combatir mosquitos. Como consecuencia de esta casi indiscriminada introducción de peces, han surgido evidencias contundentes de las problemáticas ambientales que generan. En primer lugar, debe considerarse que al ser omnívoras, difícilmente aseguren la eliminación completa de las larvas de mosquito. Adicionalmente, estas pequeñas especies de peces son muy eficaces consumiendo pequeños animales filtradores (zooplancton), los que se alimentan de microalgas, y este proceso puede promover el crecimiento excesivo de algas (blooms o floraciones aléales) algunas potencialmente tóxicas, provocando un claro deterioro de la calidad del agua. Gambusia es hoy considerada plaga en muchos sitios, ya que ha causado la reducción en abundancia y hasta la extinción de otras especies de peces. El cúmulo de evidencias resulta contundente: la introducción indiscriminada de especies de peces en ambientes ajenos, genera pérdidas significativas tanto ecológicas como económicas, que en algunos casos son aún mayores que los beneficios que se pretenden obtener. Basados en casi 100 años de experiencia mundial en el uso de peces para control biológico de mosquitos, los docentes del CURE no recomiendan la utilización de especies exóticas de peces provenientes de otros países, ni la distribución masiva de una especie nativa cultivada a partir de ejemplares de un único lugar de origen. De todas formas, en los casos en los que esta estrategia sea adoptada, resulta necesario tener en cuenta las siguientes recomendaciones: Siempre utilizar especies nativas extraídas de zonas cercanas al lugar de su utilización para control de mosquitos. No trasladar ejemplares por largas distancias para evitar introducir especies fuera de su rango natural de distribución. Entre las especies nativas, la evidencia muestra una probable mayor eficacia en el consumo de larvas de mosquito de las especies del genero Jenynsia.

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