Llegan pesqueros chinos y en riesgo la fauna ictícola
- hva
- 10 jun 2017
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Seis barcos chinos llegarán al puerto de La Paloma en Rocha
El jueves 8, cuando se conmemoraba el Día Munidal de los Océanos fueron recibidos en la Comisión de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente de la Cámara de Diputados una delegación de la Organización Conservación de Cetáceos y Movimiento Oceanosanos. Los integrantes de dicha organzación aportaron profusa información sobre la actual situación de la pesca a nivel mundial y expresaron su preocupación ante el anuncio de que llegarán a las costas del Departamento de Rocha, inversores chiinos en la industria pesquera. Por ejemplo que el 40% de la pesca ilegal en el mundo es de origen chino y que desde el año 1985 hay registros de pesca ilegal, no declarada y no reportada en Uruguay. Rodrigo García, integrante de la Organización Conservación de Cetáceos y Movimiento Oceanosanos, entre otros conceptos e informaciones manifestaba lo siguiente: El tema que nos preocupa en este marco del Día Mundial de los Océanos tiene que ver con un estudio científico, que el año pasado se hizo público, del Observatorio Mundial de Pesca, donde intervinieron muchas universidades de Europa y organizaciones internacionales que trabajan en el tema de la pesca ilegal, no declarada y no reportada en el mundo. Los datos de la ONU y de FAO dicen que el 90% de las pesquerías comerciales están agotadas en el mundo o al borde del colapso. En esa razón, nos quedan menos de cincuenta años de pesquerías en el mundo. En ese sentido, teniendo un santuario donde muchos cetáceos dependen de los peces, como la orca, el cachalote, que se alimentan de merluza negra, atún, etcétera, nos empezamos a preocupar por un dato de este Observatorio Mundial, el Global Fisching Watch, que demuestra científicamente cómo el puerto de Vladivostok y después el de Montevideo son los dos puertos a nivel mundial asociados con la pesca ilegal, no declarada y no reportada. Cuando empezamos a investigar un poco el tema, vimos que esta información ya tenía un registro histórico en Uruguay: en 1985 ya Traffic Sudamérica había denunciado esta situación. Luego, hubo otros informes técnicos que denunciaron esta situación, respecto a la cual no pudieron acceder a más documentación que la empírica. Y recién desde el año pasado hay datos científicos comprobables, en base a un estudio satelital de Sky Watch, Google, Oceana y Global Fishing Watch. Sumado a ello, recientemente se ha firmado un hermanamiento entre La Paloma y Zhoushan, un hermanamiento muy sencillo, de pueblo a pueblo, no dice nada que pueda preocuparnos; los hermanamientos tienen siempre una intención muy positiva, lo conocemos. Lo que nos preocupa es que, de la mano de ese hermanamiento, se anunció por parte del alcalde de Zhoushan, de China, que ya había US$ 25.000.000 para invertir en pesca en La Paloma y que al otro día el intendente de Rocha dijo que eran US$ 50.000.000, no entendimos cuál de los dos se había equivocado, nunca se aclaró eso. También se dijo que ya estaban siendo construidos tres buques frigorífico, que después fueron cuatro y ahora son seis, y finalmente no son buques frigorífico, sino buques de arrastre y de pesca de palangre con cámaras frigoríficas, que son dos cosas distintas. Por supuesto que, con estos antecedentes el 40% de la pesca ilegal en el mundo es de origen chino: son datos que están en cualquier informe técnico, científico, público e internacional, lo primero que hicimos fue ir a conversar con las autoridades para que nos informaran de la situación, pero no obtuvimos información porque no hay proyecto, por lo cual también nos parece raro que no habiendo proyecto se estén negociando estas cifras, que ya haya seis buques que estén siendo construidos, aunque también dudo mucho de que se construyan nuevos buques: en China no se construyen nuevos buques para la pesca, sino que se refaccionan y se actualizan; esto es lo que se sabe en el mundo de la pesca, sobre todo, china. Y en el marco de querer obtener información, no solo no la obtuvimos, sino que fuimos denigrados e insultados porque lo que estábamos diciendo eran mentiras, cuando estábamos siendo simplemente portavoces de información que no es nuestra, sino de organizaciones con profundo respaldo científico a nivel mundial y totalmente neutrales respecto a intereses de países en particular. Lo más concreto a lo que pudimos acceder no fue por la vía oficial, porque los permisos de pesca no son públicos, aunque deberían serlo porque es de carácter público saber cómo se está manejando el patrimonio costero. Hay una parte que tiene que ver con el secreto empresarial, pero eso no nos interesa; lo que nos interesa es cómo van a manejar stocks de pesca que no se conocen. Se está pescando más de 100.000 toneladas al año de merluza negra y, de continuar con este ritmo, los stocks de esta especie podrán alcanzar niveles tan bajos que impidan su recuperación. Estos son datos propios de la CCAMLR, la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, que es la que otorga estos premisos de pesca de merluza. Uruguay tiene una cuota asignada, es cierto; ahora, con estos antecedentes de desconocimiento de stocks pesqueros, que incluye al atún y a la anchoita, no hay estudios actualizados. Por ejemplo, los estudios más recientes son de 2007 y están referidos a la anchoita. El permiso de la merluza negra también va a ser para atún cosa que no mencionó el intendente, en dos zonas; o sea que ya la información ahí no es transparente, porque de esto nos enteramos directamente a través de la Dinara, con la que tenemos cierta buena relación; de eso se trata nuestra organización. Nos enteramos también de que los buques no eran frigorífico, sino de pesca con cámaras frigoríficas. En Uruguay, los estudios que hay más relevantes son tres estudios científicos de importantísimos investigadores uruguayos y un informe nacional que dice que paralelamente al stock global, el 90% de nuestra pesca está plenamente explotada es el término que utiliza y solamente el 10% está subexplotado. Sabemos que los controles, el monitoreo y la vigilancia en nuestro país históricamente han sido más que deficientes por motivos varios, falta de personal, falta de presupuesto; sean cuales sean, no entramos en suposiciones, sino en hechos comprobados. Los observadores científicos no son garantía de que se respeten las cuotas. No hay garantías personales para esas personas en absoluto. Ya conocemos los antecedentes de los observadores a bordo. Además, el observador de a bordo no es de cumplimiento, sino simplemente un observador científico: tiene que medir las tallas, que las cuotas se respeten y que el descarte pesquero no sea de la magnitud que tiene la pesca de arrastre, que es totalmente depredante: en este caso, el arrastre pesquero de profundidad lo es para la anchoita. Más preocupante es que se pesque la anchoita. En el documento que les enviamos, en el que nos basamos, se establece que el mayor valor y aprovechamiento de este recurso no es para hacer harina para aves de corral, sino para hacer conservas, para la elaboración de anchoa salada, madurada o enlatada en aceite, que genera muchos más puestos de obra, es mucho más rentable en lo que tiene que ver con generar puestos laborales, que es algo que se pretende, y además, de esa forma, estaríamos cuidando un recurso que es la base de toda la cadena trófica. Hoy, los genuinos pescadores artesanales, la mayoría de los cuales no están dentro del Suntma, porque tienen una barca con dos paños y salen a pescar como pueden, con todos los riesgos que tienen y las eventuales ineficiencias operativas en La Paloma hay solamente dos pescadores registrados en el Suntma, ya están advirtiendo de la preocupación y tengo entendido que se están nucleando para un manifiesto del que aún no puedo hablar. Están sumamente preocupados porque la anchoita es la base de la cadena alimenticia: al aumentar el volumen de captura de peces con un nivel trófico más bajo, como la anchoita, las especies de los niveles superiores se quedan sin alimento necesario para su reproducción y el mantenimiento de sus poblaciones. Reitero: no se conoce el stock actual de las demás especies, incluida la merluza, en nuestras aguas, que es muy escasa porque es de aguas profundas. Entonces, sin entrar en otros temas sumamente preocupantes, como los buques extranjeros que vienen y enarbolan nuestra bandera y que no hemos sabido controlar, porque se pide que el 90% sea de tripulación nacional y eso no se ha cumplido nunca: tenemos información de que en esos barcos de bandera uruguaya no hay un solo uruguayo y cuando hay, son mucho menos de lo que se exige por parte de la ley. ¿Por qué? Porque no hay control ni previamente, ni durante, ni después. Con el uso del seguimiento de barcos por satélite se ven muchas de estas deficiencias administrativas y de control. La participación de observadores a bordo en la flota dirigida al bacalao de profundidad no tiene ningún carácter de cumplimiento. Hay deficiencias en las inspecciones de desembarque, trasbordos clandestinos en aguas internacionales, lo que Global Fishing Watch ya está comprobando científicamente. La cuestión urgente acá es que la situación pesquera está al borde del colapso y estamos permitiendo que un modelo pesquero con antecedentes nefastos en todo el planeta entre en nuestras aguas, con la escasa capacidad que tenemos de control, manejo, monitoreo y regulación.
Nuestra postura hoy, dada esta situación de tergiversación absoluta de la información, poco transparente, es que este tipo de negociaciones no sigan adelante. Nosotros no somos una organización que esté en contra del desarrollo, sino todo lo contrario. Hay muchos diputados que saben que estamos impulsando el desarrollo sostenible a través del turismo sostenible, por ejemplo, de ballenas, que genera US$ 2.000.000.000 al año. Se ha hecho muy poco con relación a lo que se podría hacer para promocionar esto como destino. Se ha trabajado con el Ministerio de Turismo, pero no se ha trabajado inteligentemente este producto turístico para captar esos millones de turistas que están ávidos de esta oportunidad.
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